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La pista y la escuela de patinaje de la Unión Deportiva Mahón cumplen esta temporada medio siglo de existencia desde que nacieran en el año 1958. Lo hacen gozando de una salud excelente. Más de 80 niños y niñas toman parte de esta sección del club gualdiazul, que se encarga de dirigir Mary Mier, ex patinadora del club

Dino Gelabert-Petrus
Maó
Hace frío, el cielo presume de hasta ocho tonos de gris y de repente la entrañable pista de patinaje de la Unión se disfraza de lago y por ella juguetean una treintena de 'cisnes que quieren morir´, metafóricamente, claro. El reloj marca las 18 horas del lunes y Mary Mier, la directora de la escuela, da por iniciada la clase de patinaje. Una clase más, de un lunes más, de un mes de abril más, y ya van 50 años.
La sección de patinaje de la UD Mahón nació en 1958 merced a la Peña Unionista, que fue quien tuvo la iniciativa, y bajo la presidencia de Bartolomé Pons se empezó a construir la pista. Fuentes del club afirman que "la pista se hizo a base del sudor de la gente". Y nunca mejor dicho, porque los vecinos del barrio colaboraban comprando las baldosas que podían, para luego ir ellos mismos a colocarlas. Cada uno colaboraba con lo que podía. Así nació una pista, que lejos de tonterías y discusiones a la orden del día, era enteramente del barri de Ses Tanques del Carme y cuyo principal objetivo residía en dar un espacio para que las chicas pudieran hacer deporte.
Las primeras medidas fueron 27x14 metros, pasando a 36x18 en el año 1963, en su primera reforma. En la década de los 50 y 60 surgió la pareja formada por Antonio Pons y Ángeles Cunill que llegó a disputar los Campeonatos de España y que trajo muchos éxitos a la calle del Carme. Después aterrizó en Maó Germán Gil, un patinador procedente de Catalunya, campeón de España y habitual en la élite mundial de este deporte, que prolongó la estela de triunfos de Pons y Cunill. En el año 1979 la pista sufrió una nueva ampliación que la dejó en 40x20 metros.
Los ochenta transcurrieron plácidamente, pero los 90' significaron, una pausa en el patinaje mahonés que se prolongó hasta el verano de 2005, cuando las patinadoras del A.V.V. Camí d'en Barrotes actuaron en San Carlos, bajo la dirección de Mary Mier, antigua patinadora de la escuela unionista. El festival rememoró la unidad en el barrio y la directiva unionista, entonces presidida por Isabel Petrus y ayudada por Beni Riudavets, hizo un importante esfuerzo para reactivar la sección que a día de hoy se ve recompensado con más de 80 niñas y niños apuntados.
Mosquitos unionistas
"El patinaje está creciendo como la espuma y creo que falta adecuar algunas instalaciones, porque a lo mejor donde hay una buena pista no hay buenos vestuarios", resume Mary Mier, que está al frente de la escuela de patinaje desde el año 2005. A pesar del buen momento por el que pasa esta sección del club gualdiazul, la idea de competir ni se plantea y dedican los entrenamientos a preparar los festivales que se celebran a lo largo del curso, que empieza con el de las Fiestas de Gracia, sigue con el de Navidad y un intercambio de entrenamiento con la escuela de Es Castell, y finaliza el 7 de junio, con la fiesta de final de curso, que este año tratará de 'Mundos Fantásticos'.
Más de 80 chicos y chicas son muchos y para ello Mier cuenta con un grupo de monitores que son Liber Olives, Loli Mier, Aida Allès, David Hernández y Gemma Marquet, que la ayudan los lunes, martes y jueves en los entrenamientos de 18h a 20h. Sobresale el hecho de que hay cuatro niños en edad escolar y uno de 21 años. En la pista trabajan varias modalidades como individual, pareja artístico, grupo show y grupo precisión.
'Ángeles y cisnes'
Cuando empieza la clase las chicas empiezan a hacer figuras. La que más aplicación precisa es la 'muerte del cisne'-que se aprecia en una imagen-, "Es la figura clave de este deporte", reconoce Mier. Entre 'cisnes' brotan 'ángeles cogidos'-también en la imagen-. Las más pequeñas miran a las mayores fascinadas e intentan imitarlas. A pesar de que se llevan un coscorrón, se levantan y vuelven a intentarlo. Y así llevan ya medio siglo... y lo que queda.