El pragmatismo de la clase alta norteamericana

Lluís Vergés
Maó
Escarbando en la biblioteca de las buenas novelas extranjeras del siglo XX poco conocidas en España, la editorial Libros del Asteroide ha vuelto a encontrar un relato notable. Su título es 'La educación de Oscar Fairfax' y su autor Louis Auchincloss (Lawrence, Nueva York, 1917) es abogado, historiador, escritor de numerosas novelas y ensayista además de miembro de una de las familias más importantes de Estados Unidos, descendiente de los primeros nobles británicos en llegar a las colonias americanas.
Oscar Fairfax, protagonista principal y narrador de esta novela escrita en forma de memorias, presenta claros paralelismos con el autor puesto que también es miembro de una familia rica, es abogado y aficionado a la literatura. Fairfax habla de su educación en el colegio Saint Augustine y posteriormente en la universidad de Yale; su noviazgo con Constance; su viaje a Europa al terminar los estudios para estudiar el románico; sus conversaciones con la escritora Edith Warton, y con personas que habían conocido a Proust con la intención de escribir un libro; su ingreso en el bufete de su padre y su carrera como abogado de éxito.
Contando su vida, la biografía sin sobresaltos de una persona de clase alta, Fairfax nos habla de sus idea sobre la caballerosidad, la práctica de la abogacía, las relaciones humanas y el arte de vivir. Sin abandonar una postura ética, el narrador siempre aporta un enfoque pragmático a los temas sobre los que reflexiona en la línea que ha distinguido a la filosofía norteamericana.
El narrador cita a menudo y traza paralelismos con el libro 'La educación de Henry Adams'. un clásico para los lectores de Estados Unidos escrito por el bisnieto del presidente John Adams, pero que en nuestro país no conoce mucha gente aunque fue traducido en 2001 y publicado por la editorial Alba.
El narrador trata también el tema de la educación de su hijo Gordon y de las orientaciones matrimoniales a su ahijada Varina. En ambos casos Oscar Fairfax se rige por criterios pragmáticos y deja el romanticismo para los poetas. A la atractiva Varina le aconseja: "Lo único importante es que te protejas de las pequeñas estratagemas de seducción de los don nadies atractivos. No le daría este consejo a cualquier chica, querida. Pero tú no serás feliz a menos que consigas algo grande".
Por lo que respecta a su tímido hijo, Oscar Fairfax relata como le arregla el noviazgo con una conversación con la tía de la chica, tan tímida como el muchacho.
Pese a que estas dos intervenciones en el ámbito de los sentimientos pueden dar la impresión de cinismo, Fairfax no se muestra excesivamente materialista y egoísta sino un abanderado del sentido común y del principio de realidad..
Como señala el escritor y crítico Rodrigo Fresán, nos encontramos ante "el típico modelo Auchinsgloss: la historia de un joven que primero rechaza a los de su misma sangre para finalmente comprender que no hay nada mejor que la fuerza de su apellido.
Pese a ser un desconocido aquí, Louis Auchincloss cuenta en su haber con más de cincuenta obras publicadas y está considerado como uno de los más importantes escritores norteamericanos vivos.