Jorge de Diego

El don de la ubicuidad
"Los indígenas americanos creían que cuando aquellos hombres les fotografiaban les robaban el alma. Algo parecido nos pasa también a los que, como yo, procuramos tener una de esas "capturadoras de almas" siempre a mano. Pero nos pasa detrás del objetivo, no delante. La fotografía nos roba el alma, nos roba el tiempo, nos roba la imaginación? nos roba la vida. Ahora yo he querido ponerme delante del objetivo para robarme el alma, el tiempo y la vida al mismo tiempo. Para ello no me queda más que multiplicarme, nunca dividirme. Desde que la imagen digital mató (o lo intenta) a la estrella analógica, igual que en su día hizo el vídeo con la radio, lo digital nos permite multiplicarnos. Podemos ser fotógrafo, modelo, procesador e impresor. Por eso aquí somos cuatro."
Aliena nobis, nostra plus aliis placent.