Thom York, el líder de la banda

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Rubén Pérez Atienza
La industria musical tal y como la conocíamos hace unos años se encuentra dando sus últimos coletazos. El panorama se está transformando a la velocidad de la banda ancha y por si las casas discográficas no tuvieran suficiente, ahora son los propios músicos quienes se están vengando a su manera. Ése el caso de Radiohead, el grupo británico liderada por Thom York que, consciente de que los ingresos obtenidos por la venta ya no son como antaño (ahora los beneficios se recaudan en las giras), ha adoptado la revolucionaria idea de distribuir su último álbum, "In Rainbows", a través de internet solicitando a sus fans que abonen a cambio la voluntad.
En su web se podía leer recientemente, "muchísimas gracias a todos quienes pasaron por aquí y se descargaron nuestra música. Es la cosa más positiva que hemos hecho nunca y esperamos que hayáis compartido la experiencia con otras personas". Por lo tanto, queda claro que las listas de ventas han pasado a mejor vida; ahora el éxito no lo obtiene quien más caja hace, sino el que consigue ser más escuchado. Y en este sentido, el termómetro más fiable con el que se cuenta actualmente son las estadísticas de la radio "on-line" Lastfm, que recogen los datos de los temas que suenan en los ordenadores de usuarios de los cinco continentes, y cuyo primer puesto lo ocupa Radiohead, con una media de 1,4 millones de reproducciones semanales.
La banda británica, etiquetada habitualmente como un grupo de rock alternativo, se formó en Oxford en 1985, pero no fue hasta 1993 cuando saltó a la fama gracias al hit "Creep" (del álbum "Pablo's Honey"). El efecto MTV les convirtió casi de inmediato en banda de culto, proporcionándoles además un gran éxito en el mercado americano. Eran los tiempo del "britpop", marcados por una estúpida rivalidad comercial entre los dos grupos del momento (Blur vs. Oasis), pero la formación liderada por el peculiar York se embarcó en una carrera de fondo mucho más fructífera, gracias a la cual hemos podido disfrutar de una decena de grabaciones, algunas muy recomendables por su apuesta novedosa dentro del previsible panorama musical, como "OK computer", "Kid A" o "Ammesiac".
El efecto arco iris
"In Rainbows" recupera esa línea, pero rindiendo tributo a la improvisación jazzística. El resultado son 10 canciones impecables en las que también hay momentos para las guitarras rockeras, la voz quejosa de York, los ritmos electrónicos y las letras abstractas. La "venta" por internet finalizó el 10 de diciembre, pero aún se puede adquirir (por 56 euros) un pack para coleccionistas formado por un completo libreto con las letras, documentación gráfica varias y una edición especial en vinilo.