Señal que impedía el paso, el verano de 2024, por la zona que desaguaba el Prat de Son Bou a la playa. | Gemma Andreu

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El PSOE de Menorca propone dar un paso más y dotar el Prat de Son Bou y el Barranc de sa Vall del mismo nivel de protección ambiental que la Albufera des Grau. Desde el ámbito local, insular y autonómico instará al Govern a iniciar los trámites para declarar este humedal como parque natural y mejorar su nivel de protección.

En la actualidad la zona está incluida en la Red Natura 2000 como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), es Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y está clasificado como Área Natural de Especial Interés (ANEI).

Estas figuras no han evitado, en todo caso, el deterioro que ha sufrido la zona en los últimos años, y que llegaron a su máximo exponente el pasado verano cuando se detectó una elevada presencia de restos fecales, ratas y otras plagas, y fue necesario abrir de forma mecánica la desembocadura para evacuar el excedente de caudal provocado por las depuradoras que vierten en la zona.

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Los problemas del Prat

La diputada socialista Pilar Carbonero señala que, pese a su protección actual, el espacio «se ve afectado por problemas como la presión urbanística y turística, la degradación de las dunas y la calidad del agua». En este sentido, considera que la declaración de parque natural -sería el segundo en Menorca- permitiría garantizar «una gestión activa y planificada» que combina la sostenibilidad con la actividad económica como la que se lleva a cabo en otros enclaves de alto valor en las Islas, como la Serra de Tramuntana, Mondragó o la Albufera de Mallorca.

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«El Prat de Son Bou debe tener la protección que se merece», señala Pilar Carbonero, «no queremos una protección simbólica sino recursos reales para su recuperación y una gestión compartida efectiva, con la implicación económica de la Conselleria de Medio Natural del Govern». Meses atrás el PSOE ya había reclamado crear una mesa de gestión para afrontar sus problemas.

La iniciativa del PSOE plantea, además, la realización de estudios técnicos y ambientales para evaluar la viabilidad de la declaración y poner en marcha un proceso de diálogo con el Ayuntamiento de Alaior, el Consell de Menorca, entidades ecologistas, sectores económicos y otros actores implicados. Asimismo, contempla la búsqueda de fondos europeos y otras vías de financiación para garantizar la conservación y el mantenimiento de la zona.