El Colegio de Arquitectos ha elevado este año una nueva petición formal al Consell de Menorca para que introduzca en el nuevo Plan Territorial Insular una norma de inmediata aplicación que autorice su instalación en los edificios existentes, salvo los que estén protegidos, para reducir la demanda energética cuando se hagan obras de rehabilitación de un inmueble.
La ley estatal indica que los espacios de dominio público podrán ocuparse para la instalación de dispositivos de aislamiento que permitan una reducción del consumo de al menos un 30 por ciento, y que la ordenación urbanística debe regularlo, pero en Menorca no es así. El argumento de los ayuntamientos es que la instalación de placas aumenta el volumen del edificio y, en el caso de las plantas bajas, puede restar entre 5 y 12 centímetros al espacio de la acera.
El Colegio de Arquitectos también se ha dirigido al Consell para que en la próxima revisión de la Ley de Urbanismo de Balears se incluyan medidas que no quedaron incluidas en la ley de simplificación administrativa aprobada el año pasado. Así, se solicita que las pequeñas obras como piscinas puedan ir firmadas por un solo técnico, que no se tenga que paralizar forzosamente toda la obra cuando se presenta un proyecto modificado que afecta solo a una parte, o que se exija el visado a los proyectos básicos para «facilitar el trabajo de revisión a los técnicos municipales y garantizar la coherencia de la documentación».
El COAIB aboga, por último, por la contratación de un arquitecto especialista en patrimonio, en el Consell para evitar casos como el sucedido en 20204, cuando se recurrió a un ingeniero para elaborar un informe sobre la estabilidad de la taula de Trepucó.
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