Embarcaciones destinadas al alquiler sin licencia en Ciutadella | Josep Bagur Gomila

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La pretensión de la Dirección General de la Marina Mercante de poner fin al alquiler de embarcaciones sin titulación en 2026 ha provocado el rechazo de la Asociación Menorquina de Empresas Náuticas (Asmen), que ya ha presentado alegaciones al real decreto ley que incluye la prohibición, y que ahora se está tramitando.

El presidente de la patronal menorquina, Gabriel Massanet, asegura que no están en contra de la normativa, porque ya dan por descontado que el alquiler sin titulación se acabará prohibiendo por los problemas de seguridad que genera, pero sí que se oponen a los plazos de aplicación de la medida, puesto que perjudican a las empresas que el año pasado hicieron inversiones para adaptarse a los últimos cambios. «No estamos ni a favor ni en contra de la prohibición del alquiler de embarcaciones sin titulación, pero tenemos asociados que el año pasado se adaptaron a la nueva normativa, comprando barcas nuevas y participando en las subastas de las rampas, con contratos de tres años», señala Massanet.

Por ello, desde la principal asociación de empresarios náuticos de la Isla, han presentado alegaciones a la norma para pedir que no entre en vigor hasta dentro de cinco años, para que los empresarios puedan amortizar las inversiones que han hecho.  «Lo que no puede ser  es que las empresas se adapten a las normativas y ahora se lo quieran quitar todo de un plumazo», lamenta Massanet.

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Alquiler de la lista séptima

Desde Asmen también han presentado alegaciones a la regulación que dará luz verde al alquiler de los barcos de recreo particulares, los que están registrados en la lista séptima (embarcaciones privadas sin fines lucrativos). Se trata de una propuesta criticada también por el Govern balear, puesto que podría incrementar la saturación del litoral.

Según el proyecto de real decreto que está en trámite, las embarcaciones de la lista séptima podrán ser alquiladas un máximo de tres meses al año, y deberán pasar inspecciones técnicas similares a las de la lista sexta (uso comercial). Asimismo, el alquiler se tendrá que gestionar a través de una empresa especializada.

Desde Asmen consideran que los propietarios que quieren alquilar sus barcas ya pueden hacerlo ahora cambiando la embarcación de lista, un trámite que se puede realizar de manera fácil y rápida. Además, advierten del conflicto de intereses que se creará en los puertos, puesto que actualmente los amarres de la lista sexta son más caros.

El apunte

Las personas que alquilen una moto de agua deberán recibir formación

Otro de los cambios que contempla el real decreto en materia de Marina Mercante, es la obligación de que todas las personas que alquilen una moto de agua reciban una formación obligatoria, y no solo el arrendatario que firma el contrato. También se indica que cada monitor podrá supervisar un máximo de cuatro motos, con un límite de dos usuarios por moto, salvo en los modelos monoplaza. Se prohíbe también estacionar las motos en las playas.