Los consellers del PP han votado el presupuesto con la abstención de Vox. Suficiente para su entrada en vigor. | Gemma Andreu

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Sin cambiar una coma, Maite de Medrano ha pasado de rechazar el presupuesto del Consell de Menorca el día de su aprobación inicial a permitir su entrada en vigor definitiva con una abstención. El giro de guion de la consellera de Vox se ha materializado en el pleno de este lunes, donde las alegaciones presentadas a nivel individual por cargos del PSOE y Més per Menorca han forzado una segunda votación.

La intención de los grupos de izquierda era resarcirse de la anómala sesión del 20 de diciembre, cuando el gobierno en minoría del PP aprovechó la ausencia de dos consellers del PSOE para aprobar un presupuesto sin el apoyo de ningún otro grupo, ni siquiera de Vox. De hecho, Maite de Medrano ha insistido en que sigue estando en contra la propuesta, pero también ha rechazado «hacer el juego a la izquierda ni caer en sus trampas» y mantener un voto en contra que habría dejado al gobierno sin cuentas por segundo año. Vilafranca le ha agradecido su «sentido institucional».

Para justificar este cambio de postura, la consellera de Vox ha llegado a asegurar que en el pleno no se estaban votando los presupuestos, a pesar de que el punto 3 del orden del día se titulaba expresamente «aprobación definitiva del presupuesto general del Consell de Menorca para el año 2025». Tanto ella como el presidente Vilafranca han tratado de presentar la votación como algo meramente técnico, sin repercusiones políticas, a pesar de que estaba en juego la norma más importante del año para la gestión de la institución por valor de 181 millones de euros.

«Se repara una perversión democrática»

El PSOE se ha dado por satisfecho por lo sucedido, ya que se ha visualizado la mayoría que forman PP y Vox en el Consell. «Hoy se repara la perversión democrática que vimos en el pleno del 20 de diciembre», ha asegurado Susana Mora, en alusión a la polémica ausencia de dos consellers socialistas que permitió entonces la aprobación inicial de las cuentas: «El PSOE no pretendía tumbar el presupuesto con estas alegaciones, sino apostar por el juego limpio, el voto de Vox es legítimo, no así aprovecharse de las circunstancias personales de los consellers de la oposición».

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La portavoz de Més per Menorca, Noemí García, ha subrayado la incoherencia de Vox, que acusaba a los grupos de izquierda de usar la «táctica del calamar» para confundir a la opinión pública sobre la votación de hoy: «Usted que presume de coherencia [en alusión a Maite de Medrano] cambia el voto ante unos presupuestos que no han cambiado nada y trata de engañar para hacer creer que se vota una cosa distinta a la aprobación definitiva de estas cuentas».

García ha acusado a Vilafranca de «preferir el juego sucio» a la negociación con los grupos de la oposición. «Hoy aprueban el presupuesto con el grupo del absentismo [Vox] que no está nunca cuando se trata de trabajar: no viene a las comisiones, no presenta iniciativas a los plenos ni alegaciones».

Vilafranca sale en defensa de Vox

Ante estas críticas, el presidente del Consell ha salido en defensa de la consellera de Vox. «El absentismo político lo hizo la oposición», ha dicho en alusión una vez más al pleno del mes de diciembre, y ha defendido que la aprobación definitiva del presupuesto es una mera cuestión técnica: «No es un asunto político, aunque se haya politizado en el sentido más peyorativo del término».

Adolfo Vilafranca ha defendido que «el 90 por ciento del presupuesto del Consell es gestión y el 10 por ciento política, aunque al PSOE le guste más hacer política que gestionar, nosotros venimos aquí a gestionar mientras otros quieren enfangar».