La empresa Hidrobal gestiona dos pozos en la urbanización de Trebalúger, en Es Castell.    | Gemma Andreu

TW
7

La aparición de un herbicida en el agua de Trebalúger, en Es Castell, ha causado una gran preocupación entre los vecinos de la urbanización, que se han puesto manos a la obra para aclarar la situación de los diferentes pozos de la zona, puesto que el núcleo carece de red de agua potable y se abastece a partir de distintas captaciones, principalmente privadas.

«Estamos haciendo un censo de todos los pozos que hay en Trebalúger y nos salen más de quince captaciones, de las cuales solo hemos podido verificar que tres estén legalizadas», señala Felipe Ortiz, presidente de la Associació de Veïns de Trebalúger, quien explica que su propósito ahora es esclarecer cuál es la situación exacta de los pozos, y comprobar si en todos los casos se están realizando los controles sanitarios que marca la normativa. «Cuando tengamos toda la información, la haremos pública», avanza Ortiz.

«No se ha hecho bien»

Desde la asociación de vecinos indican que, según las comprobaciones que han realizado hasta el momento, solo tres pozos cuentan con todos los papeles en regla. Dos de ellos los gestiona la empresa Hidrobal, que realiza las analíticas que se cuelgan en la web del Ayuntamiento. Estos controles fueron las que detectaron en diciembre la presencia de simazina en el agua, un herbicida que se usa para eliminar las malas hierbas. El otro pozo es de un particular que, bajo el nombre Talaia SL, sirve agua a unas noventa casas, de las casi 300 que hay en la urbanización. En este caso, desde la asociación de vecinos explican que el propietario ha realizado una analítica y todo indica que los valores de simazina están dentro de lo permitido.

Sobre el abastecimiento de agua en la urbanización, Ortiz lamenta que «cada propietario lo ha hecho como le ha dado la gana, y se ha puesto de acuerdo con los vecinos de alrededor». Por ello, ahora su objetivo es recopilar toda la información posible y después reunirse con el Ayuntamiento para ponerlo todo sobre la mesa. «Entiendo que para hacer un pozo uno tiene que tener licencia, y que no se puede sacar agua sin más, pero la realidad es que ahora mismo hay un poco de caos», asevera. «Es una cosa como muy de andar por casa, y no se ha hecho bien desde hace mucho tiempo», remarca.

Noticias relacionadas

Ortiz también explica que todo este esfuerzo lo están realizando desde el convencimiento de que «la asociación de vecinos no tiene que estar solo para organizar cenas y fiestas, sino que también tiene que resolver los problemas de los vecinos».

Sin red de agua potable

Desde el Ayuntamiento, el alcalde Lluís Camps corrobora que en    la zona de Trebalúger hay diversos pozos privados que comercializan el agua, aunque desconoce si todos ellos están legalizados. En cualquier caso, Camps recuerda que este tipo de controles escapan a las competencias municipales, y corresponden a la Dirección General de Recursos Hídricos.

Camps remarca que la problemática de la calidad del agua en la urbanización, cuyos niveles de nitratos superan los permitidos, quedará resuelta con el proyecto de construcción de la red de saneamiento y agua potable, en el cual se está trabajando. «Vamos un poco lentos, pero ahora estamos avanzando en la parte jurídica y la del arquitecto, y cuando lo tengamos todo acabado, empezaremos a buscar financiación, como se ha hecho en Sínia Riera y Cala Sant Esteve», asegura. En este sentido, Camps considera que «las garantías de que el agua es potable las dará la planta potabilizadora», por lo que en su momento los técnicos deberán decidir si se tienen que cerrar los pozos que actualmente suministran el agua.

Por su parte, desde la Dirección General de Recursos Hídricos recuerdan que los pozos de abastecimiento urbano están obligados a contar con un informe favorable del Ministerio de Salud respecto a su potabilidad. Una vez el pozo está dado de alta en Sanidad el gestor del mismo debe ir comunicando las analíticas de control, y en caso de detectarse algún problema de contaminación, se decide si debe suspenderse el pozo o puede seguir funcionando con alguna condición. Las diferencias que existen entre los pozos particulares y aquellos que dan agua a terceros (suministro urbano) son las del control sanitario, puesto que un pozo particular no está obligado a cumplir con los criterios de potabilidad, mientras que los pozos de suministro sí que deben hacerlo.

El apunte

Camps asegura que el origen de la simazina es muy difícil de averiguar

Durante el último pleno, el alcalde Lluís Camps explicó, en respuesta a Som Es Castell, que es muy difícil establecer el origen de la contaminación por simazina detectada en el agua de la urbanización. «No es un producto fácil de adquirir, pero es casi imposible saber exactamente si procede de una o varias propiedades», aseguró. En todo caso, Camps confía en que el responsable deje de usar el producto después de ver la noticia en los medios de comunicación.