Una embarcación en aguas de Punta Prima, con la Isla de l’Aire como telón de fondo.

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Corregir o en la medida de lo posible regular el tráfico y la velocidad de las embarcaciones en la reserva marina de la Illa de l’Aire, enfrente de Punta Prima, en la costa sudeste de Menorca, así como contener la contaminación que se genera en la zona son las motivaciones, entre otras varias, que instigan el primer Foro de Gobernanza social y participativa para la misma, que advierte su presentación en sociedad mañana miércoles a las 17.30 horas en la Sala Albert Camus, en Sant Lluís.

«Lo primero es constituir este foro. El año pasado redactamos la estrategia y ahora se trata de que todos los actores sociales con relación con la reserva marina, sentimental, laboral, como pueden ser hoteles y restauradores, o de ocio, se comprometan a trabajar en conjunto y tengan un espacio para conseguir que la gobernanza sea más global, ser una entidad que la Administración tenga en cuenta a la hora de decidir, y que pueda participar en la toma de decisiones», explica Aina Blanco-Magadán Salvà, técnica investigadora del Observatorio Socioambiental de Menorca – Institut Menorquí d’Estudis (Obsam-IME) e impulsora de dicho foro.

«El proyecto lo motiva el cambio de normativa en la reserva marina; muchos sectores no entienden de donde proviene y se trata de evitar que nos impongan medidas en un espacio que usas sin tener el conocimiento, queremos crear este marco de debate y que las medidas concuerden con la realidad social y local», abunda Blanco-Magadán, que deja clara la «importancia» de este tipo de «procesos participativos», puesto que «como conjunto social tenemos la fuerza para cambiar cosas».

Una vez se formule este paso, lo que tendrá lugar mañana al cobijo de la ‘sala Camus’, acto que además permitirá calibrar con qué potencial y recursos (en cuanto a las personas o agentes que se implican) cuenta el foro de inicio, vendrá el turno de definir la estrategia y de priorizar problemas.

En ese orden, la técnica investigadora dice que «preocupan la contaminación y las embarcaciones». Y precisa en relación a la actividad náutica que ahora «hay más fondeos en zonas alternativas, ya no tanto en la ‘Illa’, donde hay menos espacio, y eso hace que ciertas zonas se saturen de barcas, lo que antes no sucedía».

El tránsito de las embarcaciones y «la velocidad que alcanzan algunas entre la Illa de l’Aire y Punta Prima», los enumera Blanco-Magadán como otros factores a corregir por este foro que esta semana inaugura su actividad (y que aspira a una convoctoria trimestral).

«La contaminación acústica, la que provocan las embarcaciones o la que pueda llegar desde la tierra al mar», también se alinean como ‘amenazas’ para la reserva marina de la Illa de l’Aire, según evalúan desde este proyecto que impulsa Menorca Preservation con la colaboración de Marilles Foundation, GOB Menorca, IME, el Obsam y Leader Menorca, y desde donde concluyen que «realmente es la gente la que debe definir qué es más problema y que no, de ahí que cuantos más agentes se sumen a este foro, mejor. Y a partir de ahí trazar la hoja de ruta».

El apunte

La Xarxa Dragonera Blava, un espejo para el proyecto local

La Xarxa Dragonera Blava, impulsada hace un lustro con el propósito de convertirse en custodio del islote sito al oeste de Mallorca, y que ha logrado captar unas cuarenta entidades (desde comercios a artistas, pasando por particulares), vendría a ser una referencia o un espejo en lo que concierne a conseguir que se regule el límite de velocidad en el tramo marítimo que une Punta Prima con la Isla del Aire, entre otras iniciativas en pro de la reserva marina.