El terreno es propiedad de la Sareb y el Consell aporta un millón para que el Ibavi lo adquiera. | Gemma Andreu

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La Associació de Vesines d’Es Mercadal ha cargado en sus redes sociales contra el alcalde del municipio, Joan Palliser, por pedir que la promoción de 90 viviendas sociales que el Ibavi prevé construir a la entrada del pueblo se ejecute por fases para evitar sobrecargar los servicios públicos de la zona. Consideran que el planteamiento del primer edil es «incoherente» y que refleja una visión «profundamente conservadora», «anteponiendo los intereses turísticos y especulativos a las necesidades reales de la ciudadanía».

En ese sentido argumentan que «es incomprensible que mientras se permite la construcción de villas de lujo que destruyen el territorio y fomentan la expansión desmedida de urbanizaciones de costa, se pongan trabas y excusas para evitar o retrasar la construcción de viviendas sociales».

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Desde la asociación vecinal subrayan que «estamos en plena emergencia residencial, con familias obligadas a compartir casa, vivir en condiciones indignas e incluso marcharse del pueblo. Las 90 viviendas proyectadas no son una opción de futuro, sino una necesidad urgente», advierten, antes de defender que la construcción de estas viviendas «debería ser una prioridad absoluta».

Por otro lado, califican de «clasista y simplista» asociar la construcción de viviendas de protección ofivcial con la generación de guetos y consideran que este discurso muestra «la falta de planificación y gestión política integral» de un municipio que, denuncian, «hace años que crece sin garantizar derechos básicos». Por todo ello exigen que la construcción de nuevas viviendas sociales «se acelere sin más dilaciones» y censuran que, a su entender, «se continúen favoreciendo los intereses de una élite económica en detrimento de la comunidad local».