El sistema que ahora se está mejorando garantiza en las ciudades que ya se ha implantado un 20 por ciento menos de accidentes de tráfico. El semáforo ‘foto-rojo’ de Ses Palmeres persigue mejorar la seguridad de la circulación.  | Katerina Pu

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El Ayuntamiento de Ciutadella ha puesto durante el último año cerca de un millón de euros en multas por infracciones de tráfico. Se trata de un 112 por ciento más de lo previsto por la hacienda municipal. Según recoge el informe económico-financiero que acompaña el presupuesto de 2025 recién aprobado, hasta el 23 de diciembre se habían reconocido multas por valor de 964.469 euros, más del doble de los 455.000 que se habían previsto ingresar. No obstante, 301.000 euros aún están por cobrar.

La clave está, como indica el propio informe, en la instalación de radares. Especialmente en el semáforo ‘inteligente’ provisto de cámara y sensor que empezó a funcionar el 12 de febrero de 2024 en el cruce de Sa Contramurada con Es Molí y el Camí de Maó, frente a SesPalmeres, y que, hasta que se desconectó a finales de junio, ‘cazó’ hasta 50 infracciones diarias.

El llamado ‘foto-rojo’ sancionó el paso indebido de vehículos que cruzaban el referido semáforo en rojo. Ni siquiera la instalación de carteles y una señal indicativa sobre el control por cámara que se realiza de la circulación rebajó las multas. Según fuentes municipales, en los tres primeros meses de funcionamiento se pusieron unas 2.000.

200 euros de multa

Cada conductor que se saltó el semáforo tuvo que pagar 200 euros a la administración, cantidad que se reducía a la mitad si abonaba los 100 euros dentro del plazo establecido. También se le quitaban entre tres y cuatro puntos del carnet.

Esta «cantidad excesiva» de infracciones llevó a la Policía Local a recordar que la velocidad máxima urbana de circulación es de 30 kilómetros por hora y a pedir públicamente a los conductores que se paren si, a cierta distancia, ven el semáforo ya en ámbar. Pero el aluvión de quejas ciudadanas en las dependencias policiales y un problema en el sistema tecnológico aconsejaron al Ayuntamiento apagar el dispositivo, que dejó de sancionar a los conductores.

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Transcurrido medio año desde aquella suspensión, el Consistorio alega «problemas informáticos y de gestión» para mantener el radar inoperativo. Y así seguirá, aseguran fuentes municipales, hasta que no se hayan subsanado todas las deficiencias y, sobre todo, se haya creado un nuevo sistema informático que permitirá a cada conductor visionar las imágenes de su infracción sin necesidad de desplazarse hasta la Prefectura y así no saturar tampoco el servicio.

En cualquier caso, el apagado del radar ha influido para que la previsión de ingresos por multas de tráfico se haya rebajado para este año sobre el importe total reconocido en 2024. El presupuesto prevé recaudar un máximo de 600.000 euros por infracciones de la ordenanza municipal de circulación, 145.000 más de lo estipulado el año pasado pero 364.000 menos que las multas que realmente se pusieron.

Un sistema ideado en 2021

El sistema pactado con la empresa Alumbrados Viarios SA(Aluvisa), la misma que gestiona los polémicos radares de Es Migjorn Gran, se contrató en octubre de 2021 por 43.713’03 euros. Pero, desde su implantación, no ha dejado de dar problemas.

En mayo de 2023 se detectó que la cámara del semáforo no podía utilizarse, ya que era necesario aplicarle un software de gestión operativa de sanciones de tráfico. Solventado el problema, el ‘foto-rojo’ se activó finalmente en febrero, pero volvió a desactivarse en verano. Entonces, el Ayuntamiento pidió al contratista que incluyera un enlace en el dispositivo para que que cada infractor pueda comprobar su falta.

La empresa pública de servicios informáticos, Silme, ha estado trabajando en el nuevo programa informático, que permitirá a los ciudadanos verificar personalmente la infracción que han cometido.

El apunte

También ingresa el doble, 770.000 euros, por aparcar sin pagar en la zona azul

Las multas por aparcar en plazas de pago (estacionamiento con reserva horaria) también se han más que duplicado este último año. Las infracciones decnunciadas ascienden a 771.889 euros, cuando la previsión era solo de 350.000. Pese a ello, únicamente se ha incrementado la previsión de ingresos por esta vía en 40.000 euros, hasta llegar a 390.000. En todo caso, es una cantidad superior a los 301.926’35 euros que el Ayuntamiento paga a la empresa que asume la vigilancia y el control del parquímetro. También se han puesto multas por 95.140 euros por aparcar frente a vados o en áreas de carga y descarga.