Ciutadella seguirá recogiendo la basura de sus vecinos con el viejo sistema de contenedores 5 años más. | Gemma Andreu

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El Consorci de Residus i Energia mantiene su intención de implantar sistemas de recogida puerta a puerta en todos los municipios de la Isla. Sin embargo, el ente mancomunado por todos los ayuntamientos y comandado por el Consell ha visto como, a pesar de que había un consenso al respecto, algunos gobiernos municipales han realizado maniobras dilatorias para no tener que hacer frente ahora a una implantación que sin duda ha levantado polémica desde su anuncio y durante su desarrollo en Maó y Es Castell.

Esos movimientos de desmarque, consolidados en los casos de Ciutadella y Es Mercadal, que han prorrogado sus contratos de recogida con el viejo sistemas de contenedores, y expresados de voz en casos como el de Sant Lluís, con su alcaldesa asegurando que no piensa implantarlo y que saldrá del consorcio si se lo imponen, pueden terminar saliendo caras.

Las consecuencias de seguir con el viejo sistema, con el que se ha demostrado que resulta imposible cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea, se traducirán en multas semestrales que irán creciendo a medida que otros municipios vayan cumpliendo con los hitos marcados en la directiva europea de residuos, teniendo que hacer frente entre menos ayuntamientos a la cuota menorquina de las sanciones de la Unión Europea.

Impuestos

Las sanciones no son la única fuente de sobrecoste por no cumplir con los objetivos de separación de residuos antes de su llegada al Área de Gestión de Residuos de Milà. La normativa está penalizando cada vez más la utilización de los vertederos para deshacerse de la basura. En ese sentido, sistemas como el puerta a puerta reducen drásticamente la cantidad de residuos que llegan a Milà sin separar y en consecuencia la factura que tienen que pagar los ayuntamientos.