Pantalanes en la bahía del enclave de la costa norte. | Archivo

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Impulsar primero los campos de boyas ecológicas y crear luego los nuevos amarres en el puerto de Fornells. Es el reclamo del GOB Menorca en el marco del proyecto de reforma integral de la bahía, que recuerda la asociación ecologista salió adelante «porque quedó sometido a unos requisitos».

Concretan desde el GOB que el proyecto se aprobó «con una serie de condicionantes ambientales que tienden repetidamente a olvidarse» y denuncian que las ampliaciones de amarres que se quieren iniciar en el puerto de Fornells están sometidas a unas actuaciones previas que todavía no se han ejecutado.

Ports IB, de acuerdo con la declaración de impacto ambiental de 2020 adaptada en 2022, explican desde la asociación ecologista, debe financiar, instalar y gestionar de forma directa ocho boyas en Cabra-celada y 14 boyas en la zona posterior del dique de abrigo.

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Además, subrayan desde el GOB, Ports IB tiene que financiar 55 boyas fuera de la bahía de Fornells y aportar al Fons Posidònia 30.000 euros al año por temporada para disponer diariamente durante la temporada estival de un vigilante de fondeos.

«Estos condicionantes no se pueden ignorar», advierten desde la asociación ecologista, que ya interpuso un recurso contra la licitación de las obras para garantizar el cumplimiento de las condiciones impuestas desde la Comisión de Medio Ambiente que no quedaban reflejadas en el proyecto.

Si bien el GOB Menorca rechaza la dinámica de crear más amarres por considerar que «desde hace años Menorca supera la capacidad náutica de acogida en calas y playas», pide que cualquier incremento de amarres quede condicionado, como mínimo, a aumentar la capacidad de estacionamiento de barcas en calas y playas a través de campos de boyas ecológicas, que evitan el peligro de fondeos en zonas protegidas.