Las empresas del polígono de Maó, especialmente afectadas por la nueva tasa de basuras.

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Los intentos de PIME Menorca por frenar la escalada de la presión fiscal de los ayuntamientos sobre las empresas menorquinas ha resultado en vano. La Federación de la Pequeña y Mediana Empresa lleva más de un año batallando contra los gobiernos municipales con alegaciones en contra de las modificaciones de ordenanzas para aumentar el Impuesto de Bienes Inmuebles e implementar o incrementar la tasa de recogida de basuras.

Ninguno de los argumentos presentados ha sido estimados, la escalada impositiva se ha consumado y las protestas de la patronal han quedado en un desolado clamor en el desierto.

Maó, Es Castell, Alaior, Ferreries y Es Mercadal han recibido en el último año los escritos de PIME, que se ha mostrado muy combativa por una escalada fiscal tras la que ven la intención de los gobiernos municipales de «recaudar para cuadrar sus cuentas» y «una muestra de poca sensibilidad para ayudar a la actividad económica», explica la secretaria general de la entidad, María García, quien lamenta que este incremento de las cargas para las empresas -también para los ciudadanos- se produce en un contexto de superávit contable.

De derecha a izquierda

El portazo a sus protestas no ha tenido color político. Ha llegado desde ayuntamientos gobernados por el PSOE, el caso de Maó, el PP (Es Castell, Ferreries y Alaior) y L’Entesa en coalición con el PP, en el caso de Es Mercadal, el último que ha desestimado las alegaciones de PIME, que ve como el aumento impositivo se hace realidad mientras intenta canalizar el «enfado y la preocupación» que está generando esta situación entre lo 2.218 empresas asociadas con las que ha cerrado 2024, una cifra récord que la consolida como la patronal más representativa.

«Es fundamental que las administraciones locales sean conscientes del papel que desempeñan las empresas en la economía y que busquen medidas que equilibren las necesidades financieras del municipio con su viabilidad y no acudan siempre al incremento fiscal», declara Juan Carlos Fernández de Salort, presidente de PIME.

El apunte

La nueva tasa de basuras de Maó llega a los mil euros en algunos negocios

PIME Menorca manifestó ayer su «profunda preocupación y rechazo» ante los elevados importes de la nueva tasa de recogida de residuos de Maó, que en los últimos días está siendo notificada a las empresas.

Hasta 1.000 euros llegan a cobrar a algunos negocios, explica la secretaria general de la patronal, María García, quien relata el gran malestar que está generando una nueva tasa que desde PIME Menorca consideran «injusta y desproporcionada».

En ese sentido lamentan que el criterio utilizado sea el del tamaño del establecimiento y la actividad, en lugar de considerar el volumen de residuos que genera. Esta situación, denuncian los empresarios, «es especialmente perjudicial» para negocios que ya pagan por deshacerse de sus residuos a través de gestores autorizados.

Esta nueva tasa supone un «desafío adicional» para las empresas en un momento en el que ya afrontan «un incremento constante de los costes operativos que se agravará en 2025».