Una de las medallas del servicio de teleasistencia | Gemma Andreu

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El servicio de teleasistencia domiciliaria del Consell, que al finalizar 2024 recibían 1.403 usuarios, se presta en la actualidad con el contrato caducado y pendiente de una nueva licitación después de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) admitiera un recurso contra el pliego de condiciones y quedaran anuladas las cláusulas administrativas. El recurso fue presentado por la misma empresa que tenía el contrato los dos últimos años, Servicios de Teleasistencia, S.A. (Atenzia) y su admisión por el Tribunal a finales de noviembre ha paralizado el procedimiento y obliga al Consell a sacar una nueva licitación.

El recurso contra los pliegos de condiciones, presentado por la empresa titular del contrato señala errores en la determinación del presupuesto base de la licitación y el precio del contrato que hacen inviable el contrato, tal y como se recoge en el acuerdo del Consell Executiu insular por el que se desiste del procedimiento contractual.

La consellera de Bienestar Social, Carmen Reynés, ha declarado que se trabaja para realizar el nuevo estudio económico «cuanto antes» y de este modo licitar el servicio «que se está dando», recalca, aunque al haber finalizado el contrato (acabó el 1 de septiembre de 2024) se paga mediante el reconocimiento extrajudicial de crédito. «Nuestra prioridad es resolverlo», afirma la consellera, al tiempo que recuerda que se sacó a licitación el pasado agosto, antes de que expirara el contrato, pero el recurso y la revisión de las cláusulas han paralizado el proceso.

El valor estimado del contrato en la licitación publicada en agosto subía a 1,2 millones de euros con dos años de duración.

La teleasistencia es un servicio que consiste en ofrecer al usuario, personas mayores que viven solas, en situación de dependencia o con discapacidad, una respuesta inmediata ante eventualidades o accidentes, mediante un dispositivo tecnológico que se activa solo pulsando un botón.