Las pescaderías de los mercados municipales de Maó y Ciutadella se han sumado este martes a la huelga que llevan a cabo los pescadores de Menorca en protesta por la nueva propuesta de la Comisión Europea, que amenaza con reducir en un 79 por ciento la actividad de las barcas de arrastre y pone en peligro la supervivencia del sector.
Por su parte, el PP ha anunciado la presentación de mociones en el Consell insular y en todos los ayuntamientos de la isla para reclamar a la Comisión Europea que desestime la propuesta. El senador y secretario general de la formación en Menorca, Cristóbal Marquès, ha defendido «el papel fundamental que desempeña el sector pesquero en el tejido socioeconómico de la isla» y ha destacado la «cadena de valor a la que contribuye y que beneficia a la hostelería, la comercialización y la logística».
Reducir a solo 27 días al año el trabajo de las barcas de arrastre, ha advertido Marquès, «supondría un desmoronamiento de las estructuras sociales y económicas del sector y tanto las cofradías de pescadores como las lonjas y las organizaciones de productores se verían arrastradas a la ruina».
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