Las imágenes dejan claro el uso particular que se hace de las instalaciones.

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La sede de Protección Civil en Maó, en la antigua nave de los bomberos, presenta muestras evidentes del uso particular y potencialmente peligroso denunciado por el exjefe del servicio de extinción de incendios de Menorca, Joan Rosselló, cuando trató sin éxito que las administraciones implicadas, el Ayuntamiento y el Consell, «regularizaran» el estado de las instalaciones y le permitieran construir allí una lavandería para los efectivos del cuerpo.

Los responsables políticos le disuadieron de su idea porque el edificio se halla fuera de ordenación urbanística y presta un «servicio necesario y esencial», al alojar a Protección Civil y a los vehículos de los bomberos, para que no queden estacionados a la intemperie.

El paso abierto sin licencia en la antigua nave de bomberos.

Fue entonces cuando Rosselló alertó del uso que se hacía de las instalaciones y que se exhibe con claridad en las imágenes que acompañan esta información. Aparte de un tobogán y una piscina infantil, hay basura y material esparcidos de forma desordenada, así como algún vehículo particular aparcado. Según el exjefe de los bomberos, también se ha derribado una pared para abrir un porche sin permiso.

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«La sede de Protección Civil no puede convertirse en un almacén de objetos particulares», esgrime Rosselló, quien advierte que los voluntarios «circulan por la salida y entrada de vehículos de emergencia», con el consiguiente peligro de atropello. «Solo intentaba que se limpiase y regulase su uso», aclara.

Restos de suciedad en el entorno del local de la agrupación de voluntarios.

Pero su demanda no ha caído en saco roto. El Ayuntamiento, que en 2014 logró que el Consell le cediera este espacio para dar cabida a Protección Civil, dice «haber trabajado estos últimos años en dignificar y mejorar las condiciones y para sacar de la provisionalidad otras instalaciones, como la Polica Local, el depósito de vehículos o la brigada municipal», que han abandonado los antiguos cuarteles de Santiago para ubicarse en sendas naves construidas para este fin en el polígono.

El jefe de Protección Civil y el gobierno municipal han declinado realizar comentarios.

La agrupación de Protección Civil de Maó se creó en 2004, hace ahora 20 años. Sus efectivos colaboran de manera voluntaria y no remunerada, realizando trabajos de apoyo, ayuda, asistencia y colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad en casos de emergencias, así como en eventos de gran afluencia.

El apunte

El edificio debió ser demolido en 2008 para permitir el parque actual

El edificio se encuentra fuera de ordenación desde septiembre de 2008, cuando se concluyó que debía demolerse como condición indispensable para poder obtener la licencia que permitió construir el nuevo parque de bomberos. La obra llegó a ejecutarse y el parque entró en funcionamiento en enero de 2012, pero la antigua nave ilegal nunca se derribó. De hecho, hace diez años, se optó por dar un uso «provisional» a este espacio al ceder una parte de las instalaciones a la agrupación de voluntarios de Protección Civil y se destinó la otra a dar cobijo a los vehículos del cuerpo de bomberos. El Ayuntamiento dice tener la «voluntad», como el Consell insular, de «regularizar la situación del edificio, al que cabe buscar una salida jurídica».