El que fuera presidente del Consell (1991-1995) y vicepresidente del Govern (1983-1991), quiso huir de formalismos y planteó su intervención como un viaje en tren, que empezó en el año 1975 con la muerte del general Franco. A partir de allí, Huguet hizo un recorrido desde la homilía del cardenal Tarancón en el funeral del dictador, hasta el día en que se aprobó la Constitución de manera definitiva, pasando por la coronación de Juan Carlos I.
Durante su disertación, Huguet se detuvo en distintos momentos de la Transición, como «el primer gobierno que ya tenía tintes de carácter predemocrático», con la destitución de Arias Navarro y el nombramiento del presidente Adolfo Suárez.
También hizo un recorrido por el proceso de redacción de la Constitución, empezando por la ley de la reforma política y las elecciones de 1977, hasta llegar a la puesta en marcha de la comisión redactora de la Carta Magna. En este punto se detuvo para hacer un retrato de los padres de la Constitución, y tampoco faltaron las anécdotas, como el relato de cómo Abril Martorell y Alfonso Guerra cerraron los últimos acuerdos en un restaurante de Madrid a altas horas de la madrugada.
Reforma de la Constitución
Huguet terminó su intervención haciendo una loa de la Constitución, y acabó dando diez razones por las que considera que es necesario defender el texto. También explicó los cambios que, a su parecer, es conveniente implementar para «adaptarse a los desafíos del presente», aunque remarcó que «no habrá reforma posible si no se da un consenso como el de 1978».
Entre sus propuestas de reforma, Huguet destacó la necesidad de crear un Instituto Nacional de Reconciliación, para fomentar los valores constitucionales, o la inclusión de nuevos derechos, como la protección frente al cambio climático. También abogó por introducir un marco competencial más definido y homogéneo, así como nuevos mecanismos de democracia directa y participativa, como referéndums vinculantes. Asimismo, apostó por la inclusión en el texto de cláusulas que fortalezcan el alineamiento con los valores de la Unión Europea o que reconozcan oficialmente la diversidad cultural del país.
Las propuestas de reforma
3 comentarios
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Que punyetes xerra aquest......si jo pogues contar lo que se.....
... la Consti no es perfecta, pero es lo mejor que tenemos... hasta que ella apareció, prácticamente lo único que había era esa tontería de libro de cuentos milenario al que algunos daban crédito... menos mal que apareció, fruto de duras negociaciones y de compungidas cesiones... pero como todo en esta vida, se aja con el paso del tiempo y los cambios exigidos por las nuevas generaciones... ya no queremos mili, pues la quitamos, ya no queremos ridículas juras de cargos de rodillas frente a un enorme cadalso, pues las quitamos, ya no queremos ser más discriminados por nuestras orientaciones, pues nos rebelamos... hay que reformar la CONSTITUCIÓN, pero desde abajo... dentro de poco aparecerán en los medios las primeras fotos de los ufanos políticos vestidos de domingo secándose la comisura de los labios los restos del canapé de la preceptiva recepción entre iguales, pero sin los iguales que les pagamos el sueldo... hace años que nos la han hurtado, a los españolitos de a pie, y ya va siendo hora de que exijamos reformarla DESDE ABAJO... y que se hable de todo, de territorialidad, pero también de concordatos, eméritos, leyes sálicas, bases militares y reformas educativas...
Amigo Juan: La actual Constitución de 1978, es la causa primera y principal de todos los grandes males que vemos a diario en nuestro país desde hace al menos 40 años. Y el motivo básico y primigenio, es que aquello se hizo para dar gusto y agradar precisamente a los partidos separatistas catalanes y vascos, cuyo objetivo como todos sabían y sabemos, es quebrar la convivencia y destruir y acabar con nuestra nación tal y como ha existido desde los tiempos de los Godos. Ese panfleto que os gusta llamar Carta Magna, es un cúmulo de despropósitos lleno de bombas de relojería, que según han ido transcurriendo estas décadas, no podían sino acabar por destruir la buena convivencia y la armonía en nuestra nación, cosas que pudimos disfrutar los españoles hasta prácticamente finales de los años 70. La principal de estas bombas de relojería, fue instaurar en un pequeño país como España, una suerte de estado pseudo-confederal, compuesto por nada menos que 17 regiones separadas política y administrativamente y en la práctica casi independientes, cada una de ellas con su propio gobierno y su parlamento con capacidad para legislar a su antojo. Con semejante disparate político-organizativo, la desmembración y el caos en nuestro país estaban servidos, era solo cuestión de tiempo. Y así estamos, con una España dividida y a hostias, con varias regiones y partidos políticos antiespañoles que solo buscan romper la unidad de la patria para su propio beneficio y para mangonear a gusto sin ningún control ni supervisión. Y todo esto sucede porque las bases fundamentales de vuestra amada Constitución lo fomentan, lo permiten y lo consagran. Lo que España necesitaría, amigo Juan, es conformar una nueva Constitución unificadora y defensora de verdad de una España unida sin regionalismos destructivos y sin parlamentos egoístas y aldeanos que sólo miran por sus intereses sin importarles para nada el bien común de España.