Imagen virtual del proyecto inicial de Qair frente a la costa noreste de Menorca. | QAIR

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Los dos promotores interesados en instalar molinos flotantes frente a la costa de noreste de Menorca han sido convocados esta tarde en el Consell Social de la Agencia Reserva de Biosfera para presentar ante una amplia representación de la sociedad menorquina -los más de 30 agentes políticos, sociales y económicos que forman parte de este órgano consultivo- sus intenciones de futuro.

Los inversores, que compiten por el mismo espacio marítimo, arrancan oficialmente la carrera para convencer a los poderes locales. Lo hacen abiertos a negociar las características de unos proyectos cuya viabilidad económica es hoy por hoy una incógnita.

La francesa Qair y la madrileña WTF Energías Renovables ya han hecho llegar al Ministerio para la Transición Ecológica sendos documentos iniciales de proyecto en los que, como avanzó este diario, se dibujan entre diez y doce aerogeneradores situados a poco más de cuatro kilómetros de distancia de la costa menorquina con una potencia de entre 180 y 240 megavatios (MW).

Zonas aptas para el ministerio

Es la respuesta del mercado al efecto llamada que provocó el Gobierno cuando aprobó zonas aptas para la eólica marina en aguas de Menorca, sin aclarar cómo va a adaptar las infraestructuras eléctricas de la Isla para dar salida a la enorme producción prevista, un punto crítico para que los proyectos puedan empezar a caminar.

Se da por hecho que en la próximo plan de inversiones en la red eléctrica de transporte, que está en fase de consultas previas, el Ministerio incluirá como actuación preferente la instalación del segundo enlace submarino entre Menorca y Mallorca. Pero su mera instalación no resuelve las dudas. Para que los proyectos sean viables -y logren la financiación necesaria- los promotores reclaman que el Ministerio les dé preferencia en el uso del segundo cable para garantizar que podrán exportar la energía generada, que supera con mucho la demanda insular.

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Una red que ya no da abasto

El problema es que la cola de promotores que esperan la llegada del segundo enlace submarino para garantizar la exportación de energía es larga. La rápida implantación de parques solares que ha vivido la Isla ya ha provocado este verano que se ordenen limitaciones en la producción por la incapacidad de la red de transporte. Y lo más grande está por llegar. Ahora hay una potencia en funcionamiento de unos 60 MW, pero entre los proyectos en construcción, los acabados y pendientes de conectar y los que empezarán las obras en breve, se sumarán otros 110 MW.

Es en este contexto de atasco de renovables en el que desembarcan en la Isla las dos empresas que promueven parques eólicos marinos frente a la costa. Arrancan el preceptivo diálogo social para convencer a Menorca de los beneficios que puede traer para el territorio.

En este largo proceso hasta que salga a subasta la instalación de parques eólicos en Balears -los únicos espacios están en la Isla- pondrán sobre la mesa propuestas para minimizar el impacto visual, proyectos que seduzcan a los posibles agentes afectados y medidas compensatorias en el camino de la Isla hacia la transición, además de subrayar que son planteamientos a largo plazo que no deben juzgarse por la realidad actual, sino por las futuras necesidades energéticas con los avances en la electrificación.

La opinión local, en cuenta

Aunque las administraciones locales no son competentes en la tramitación de este tipo de proyectos, que se esbozan sobre aguas del Estado, hay que tener en cuenta que en la futura valoración que el Gobierno haga de los mismos va a tener en muy en cuenta -hasta un 30 por ciento en la puntuación- el carácter socioeconómico de las propuestas.

Una tramitación de este calado siempre es más sencilla si se cuenta con el visto bueno local, pero la última palabra la tendrá el Ministerio, que hoy envía al Consell Social al director general del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), Joan Groizard.

El apunte

El Consell señala al Ministerio por aprobar zonas aptas frente a la Isla

El vicepresidente del Consell y conseller de Medio Ambiente, Simón Gornés, evitó ayer pronunciarse sobre la conveniencia de instalar parques solares marinos frente a las costas de la Isla, como le requería en pregunta plenaria Més per Menorca.

Gornés señaló al Ministerio para la Transición Ecológica por aprobar «digamos que sin hacer mucho ruido» zonas aptas para este tipo de instalaciones en aguas de Menorca: «Teníamos a un menorquín ilustre en el Ministerio, Marc Pons; hubiera estado bien que nos diera un poco más de detalle al respecto».

El portavoz de Més per Menorca, Esteve Barceló, expresó las «muchas dudas» que le generan los proyectos.