Imagen de la central de Maó

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Más de 30.000 usuarios menorquines se quedaron sin suministro eléctrico en la madrugada de este lunes por un fallo en la central del puerto de Maó. El incidente, que duró apenas media hora, se registró a las 5.23 de la mañana, cuando uno de los grupos de la térmica dejó de funcionar. La turbina en cuestión estaba aportando en ese momento una potencia de 18 megavatios (MW) sobre una demanda de 34 MW. El desequilibrio provocó un importante apagón, por suerte en un momento de bajo consumo eléctrico, y obligó a aumentar la producción de otro grupo de la central. El problema se dio por solucionado a las 5.48 horas.

Menos de un minuto antes de que se disparara (apagara en el argot) el grupo de la central, también se había registrado otro incidente en el cable submarino entre Menorca y Mallorca, que quedó inoperativo, lo que obligó a la central a asumir en solitario la demanda de la Isla, algo que fuentes de la térmica relacionan con el incidente registrado en sus instalaciones. El fallo en el cable se debió a la tormenta que se registró al este de Mallorca. Por fortuna, como Red Eléctrica ya estaba sobre aviso de la previsión meteorológica, sus responsables habían ordenado reducir hasta un mínimo técnico la potencia del cable.

Cabe tener en cuenta que en su parte terrestre de Mallorca el enlace submarino tiene un tramo aéreo que puede verse afectado por los temporales. Es por ello que para garantizar la seguridad, se minimizó la potencia del cable, dejando a la central de Maó que cubriese en solitario la demanda.