La planta desnitrificadora de Malbúger empezó a evidenciar problemas hace casi un año.  | Josep Bagur Gomila

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Hidrobal envió este viernes un informe al Ayuntamiento de Maó en el que asegura que durante las últimas seis semanas, desde que el 23 de agosto en que el Consistorio recibió un aviso de la empresa recomendando la desconexión de la planta desnitrificadora, el agua suministrada por la red de Malbúger ha sido apta para el consumo humano. Este periodo de buenos resultados en los análisis se truncó el viernes, cuando el último de los tests diarios realizados esta semana ha arrojado un valor de 51,7 miligramos por litro (51,4 en una segunda muestra), 1,7 miligramos por encima del máximo permitido por la ley.

Por este motivo, activó el protocolo de aviso a las administraciones pertinentes y a la ciudadanía. La Conselleria de Sanidad deberá establecer las medidas que considere pertinentes. Hasta ahora, y desde la desconexión de la planta desnitrificadora el pasado 26 de septiembre al conocerse el contenido del informe de Hidrobal de agosto, solo existía un aviso del Consistorio sobre la conveniencia de no consumir agua de esta red al no poder garantizar su potabilidad.

Desde el informe firmado el 21 de agosto y hasta que este trascendió el 26 de septiembre, más de un mes, solo se realizaron dos análisis. Uno el 22 de agosto y otro el 17 de septiembre. El primero dio un resultado de 50,1 miligramos por litro, el segundo 48,8. Desde la parada de la planta la semana pasada se han realizado cinco análisis, uno cada día de esta semana. Los dos primeros dieron 48,5 miligramos por litro, el miércoles y jueves subieron hasta 50 y ayer ya se rebasó el máximo permitido por la normativa. Hidrobal anuncia a partir de ahora dos análisis semanales.

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En la carta al Consistorio, Hidrobal informa además de que el 1 de octubre ambas partes reforzaron su protocolo de comunicación para evitar nuevas incidencias como la que desató la presente crisis. Fue refrendado mediante un decreto de alcaldía.

El ‘Mateu Orfila’

Por su parte, el Área de Salud de Menorca ha analizado la calidad del agua corriente que llega al Hospital Mateu Orfila. El resultado ha confirmado el exceso de nitratos. En concreto, 54 miligramos por litro, un 8 por ciento más de los 50 permitidos.

A raíz de esta situación, y para evitar el consumo de agua con exceso de nitratos, el Hospital ha decidido mantener la decisión adoptada días atrás de prohibir el uso de agua de grifo para la preparación de alimentos en la cocina del centro que suministra la comida a los pacientes ingresados. Desde el Área de Salud de Menorca transmiten un mensaje de tranquilidad. Recuerdan que el agua de las fuentes repartidas en distintos centros sanitarios sí es apta para el consumo, puesto que en ellas se aplica un proceso de ósmosis inversa para procurar la reducción de los nitratos.