Un vehículo en la cola de salida de la urbanización, en dirección a Ferreries, esta semana.

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No son nuevos los problemas de la falta de aparcamiento en Cala Galdana pero sí lo es que cada vez se adelanten más en el tiempo. A mediados de junio ya es muy complicado encontrar un hueco donde estacionar el coche y un mes antes, en mayo, ya se produjeron atascos.

Según el alcalde de Ferreries, Pedro Pons, el hecho de que Sant Tomàs se haya quedado sin arena y sin hamacas este verano influye en el aumento de presión de bañistas en Cala Galdana, y eso afecta al problema crónico de la falta de parking. También a finales de mayo el vaciado del Prat de Son Bou, que obligó a izar la bandera roja, influyó en el desplazamiento de turistas hacia la playa de Cala Galdana. El alcalde apremia para que, en la parte que corresponde al municipio de Ciutadella, hacia Serpentona, se haga la reforma para ganar más espacio en el parking actual, entre 65 y 70 plazas, «nos vendría muy bien».

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El Ayuntamiento de Ferreries se ve impotente para mejorar la situación porque «no hay más terreno» en la parte de la cala que corresponde a su término. Solo una zona urbanizable próxima al aparcamiento ya saturado de Cala Mitjana que «no se contempla utilizar porque la playa no puede soportar más presión».

Los esfuerzos de Pedro Pons también se dirigen a reclamar mejoras en el transporte público, «este año la línea 53 empezó en abril y ahora reclamamos que se añadan frecuencias y se ajusten horarios», para que muchos puedan dejar el coche en el pueblo y acceder en bus a Cala Galdana, turistas y trabajadores. En este sentido, el Ayuntamiento se va a acoger al decreto de simplificación administrativa del Govern para crear una bolsa de parking en la parcela que ya se usa en las fiestas de Sant Bartomeu, en la salida hacia Es Migjorn, para convertirla en aparcamiento disuasorio.