El anterior Consell del PP impulsó una ampliación del parking de Cala en Turqueta que tuvo que revertirse. | ARCHIVO

TW
27

El gobierno del PP del Consell trabaja para «rescatar» el Plan Especial de Infraestructuras de Aparcamiento en Suelo Rústico, que la Comisión Balear de Medio Ambiente y la propia institución insular -con el gobierno del Pacte de izquierdas- archivaron en 2016. El objetivo es recuperar y actualizar la cincuentena de ubicaciones que proponía el documento que impulsaba desde 2012 el departamento de Movilidad que comandaba Luis Alejandre.

En la Comisión de Alcaldes celebrada este jueves en Es Migjorn Gran, la consellera de Ordenación Territorial y Turística, Núria Torrent, informó de sus planes a los representantes municipales, para que valoren «si interesan las ubicaciones» que se proponían en el documento de 2014, o si conviene actualizar el listado, en caso de que se hubieran detectado «necesidades no contempladas» en ese momento y que hayan podido surgir desde entonces. «Eran más de cincuenta localizaciones», de las cuales , la Comisión Balear de Medio Ambiente señaló «cinco o seis» con «deficiencias».

Con el cambio de gobierno y la entrada del tripartito de PSM, PSOE y Podemos en 2015, y conforme al informe desfavorable de los técnicos de Ordenación del Territorio, el Consell solicitó el archivo del plan especial, petición que aceptó el Govern. Maite Salord, presidenta entonces del Consell, lo justificó indicando que «incumplía los planes especiales de determinadas Áreas Naturales de Especial Interés (ANEI)» y porque «planteaba aparcamientos en zonas con riesgo de inundación».

Los alcaldes de Menorca, reunidos este jueves en el Ayuntamiento de Es Migjorn. | Katerina Pu

Ahora, Torrent ha propuesto a los Ayuntamientos revisar el plan, para situar posibles bolsas de estacionamiento cercanas «a playas, monumentos prehistóricos, al Camí de Cavalls o a urbanizaciones», en función de nuevas circunstancias.

Núria Torrent: «No contradice el PTI»

El Consell plantea este plan especial como una «regulación más específica», ya que el Plan Territorial Insular establece el marco, pero «no detalla» los lugares específicos donde pueden habilitarse aparcamientos en suelo rústico. En cualquier caso, asegura Torrent que el documento «no entrará en contradicción con el PTI y no implicará ninguna modificación» de la ‘carta magna’ territorial insular.

El nuevo Plan Territorial, en vigor desde mayo de 2023, tiene en cuenta que no existe todavía un plan especial para regular los aparcamientos en suelo rústico. Por eso, mientras no se legisle en este sentido, en su disposición transitoria octava, el PTI regula la creación de aparcamientos en superficie en suelo rústico y urbanizable de entorno urbano. Es decir, para habilitar zonas, de forma temporal y por casos excepcionales de interés general, «previo informe y autorización del órgano competente del Consell Insular en materia de patrimonio histórico-cultural y la evaluación ambiental correspondiente».

Eso sí, y salvo excepciones, este uso está prohibido en las Áreas de Alto Nivel de Protección (AANP) y Áreas de Protección Territorial (APT).

Por otro lado, el artículo 57 del PTI permite el uso de terrenos rústicos para ampliar zonas turísticas declaradas saturadas. Es así que en 2021 el Consell ya planteó la creación de cuatro zonas de aparcamiento en rústico, en este caso en los límites de las urbanizaciones de Biniancolla, Son Ganxo, S’Algar y Alcalfar, todas en Sant Lluís.

El apunte

El tripartito ‘tumbó’ la idea de legalizar 30 parkings y crear 20 más

Desde 2012, el conseller de Movilidad, Luis Alejandre, impulsó la creación o ampliación de varios aparcamientos en suelo rústico, como en las calas de Mitjana o Turqueta o los faros de Favàritx o Punta Nati.

Ese primer Plan Especial de Infraestructuras de Aparcamiento pretendía regularizar y ajustar a normativa una treintena de parkings existentes y crear otra veintena. De los ya creados, explicaba el conseller de Ordenación del Territorio, Cristóbal Huguet, solo una quincena estaban regularizados, y otros dieciséis no estaban ordenados legalmente (Cavalleria, Cala Viola, Playas de Fornells, Son Parc, Sa Mesquida) y tenían problemas de falta de seguridad en caso de incendio y problemas de evacuación de personas en casos de emergencia, como sucedía en Cala en Turqueta.

Por otro lado, los veinte nuevas bolsas que se proponían eran cercanas al mar, al Camí de Cavalls, a yacimientos arqueológicos o caminos rurales.