El parque fotovoltaico de Son Salomó, en Ciutadella, entró en funcionamiento el pasado mes de octubre.    | Josep Bagur Gomila

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Menorca formará parte, junto al resto de las Illes Balears, de la iniciativa de la Comisión Europea «30 islas renovables para 2030», un proyecto que incluye a treinta islas y grupos de islas que aspiran a lograr la independencia energética total en el año 2030. Para Menorca, la inclusión en este programa representará tener que apretar el acelerador en materia de energías renovables todavía más, puesto que el nuevo objetivo marcado desde Bruselas es más ambicioso que lo que fija la Estrategia Menorca 2030 del Consell, que para ese año prevé que el uso de energías renovables suponga el 85 por ciento del consumo final de energía en la Isla.

Los treinta archipiélagos e islas de todo el continente que formarán parte del programa, se han dado a conocer esta semana y han sido seleccionados después de presentar sus proyectos y la hoja de ruta para avanzar hacia un sistema energético libre de carbono. En el caso de España, además de las Balears, han entrado en el proyecto las islas canarias de La Graciosa y La Palma.

Escenario 100 % renovable

Las Illes Balears presentaron su candidatura a formar parte del programa el pasado mes de septiembre, a través de la Dirección General de Economía Circular, Transición Energética y Cambio Climático, dependiente de la Conselleria de Empresa, Empleo y Energía. El conseller Alejandro Sáenz de San Pedro ha mostrado su «enorme satisfacción» ante un hecho que «demuestra el compromiso y la seriedad de esta comunidad autónoma y su Govern ante la transición energética». Por su parte, el director general de Economía Circular, Transición Energética y Cambio Climático, Diego Viu, ha señalado que a través del programa la Comisión Europea «proporcionará asistencia integral a estos territorios en los próximos años para que sean capaces de acelerar su transición hacia un escenario cien por cien renovable».

Territorios pioneros

Gracias al programa, durante los próximos tres años, las islas participantes recibirán asistencia integral, según sus necesidades, fortalezas y limitaciones específicas. En este sentido, la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, afirmó que «las islas seleccionadas ahora tienen la oportunidad de servir como modelos pioneros para la planificación y entrega de sistemas de energía limpia» y añadió que «esto proporcionará información muy útil a otras islas, muchas de las cuales todavía dependen en gran medida de combustibles fósiles importados y costosos, y también pueden servir como ejemplos para la transición en ciudades y regiones de todo el mundo».

Cabe recordar que Menorca es la única isla balear que cuenta con una estrategia de descarbonización, que quedó plasmada en el documento «Estrategia Menorca 2030», aprobado por el pleno del Consell el 15 de abril de 2019. Ese año, la Isla también entró a formar parte de la iniciativa de la Comisión Europea «Clean Energy for EU Islands». Ahora, Menorca todavía se marca objetivos más ambiciosos y apunta hacia un futuro cien por cien renovable en 2030.

Las claves
  1. Treinta islas y archipiélagos europeos que servirán como modelo

    El programa «30 islas renovables para 2030», de la Comisión Europea, incluye a treinta islas y grupos de islas que aspiran a lograr la independencia energética total en 2030. Participan islas de diez países de la UE, que se hallan en distintas fases de su transición energética.

  2. La Estrategia Menorca 2030 marca el 85 % de renovables en 2030

    En 2019, el Consell aprobó la Estrategia Menorca 2030, que establece como objetivo específico un 85 % de cobertura de la demanda eléctrica con renovables en 2030. Ahora, con la inclusión de la Isla en el proyecto «30 islas renovables para 2030» se aspira al 100 %.

  3. Los territorios recibirán asistencia a partir de sus necesidades

    Las islas participantes en el proyecto «30 islas renovables para 2030» recibirán asistencia integral de la Comisión Europea para avanzar en su propia ruta hacia un sistema energético libre de carbono, convirtiéndose en ejemplos de buenas prácticas.