El fiscal Pedro Horrach, el 29 de marzo de 2011, entra en la sede de Citur el día en que empezó la 'Operación Xoriguer' por el caso Citur | Archivo

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El otro gran caso de corrupción política en Ciutadella, Citur, aún lleva dilatándose más en el tiempo. Hace 12 años y 8 meses que la Fiscalía Anticorrupción dio inicio a la Operación Xoriguer, con la detención en marzo de 2011 del entonces alcalde Llorenç Brondo, su concejal de Turismo, Gabriel Cardona, el propio Avel·lí Casasnovas y tres empresarios presuntamente beneficiados por el amaño de hasta 29 concursos públicos desde el Ayuntamiento.

El Juzgado número 2, el mismo que instruye el caso Nerer, abrió diligencias de inmediato, pero no fue hasta 10 años después que la jueza Belén Velázquez dio por acabada la instrucción y decretó la apertura de juicio oral al ver acreditado que, entre 2005 y 2007, se apañaron adjudicaciones del área de Turismo por 520.000 euros.

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Las partes recurrieron y tanto la acusación particular, representada por UPCM, como, esta vez sí, la Fiscalía presentaron sus respectivos escritos. El Ministerio Público solicitó penas de 63 años de prisión para los cinco políticos encausados (15 años Brondo, Cardona y Casasnovas, por 9 de las también ediles Antònia Salord y Antònia Gener) y entre 6 y 15 años de cárcel para los tres empresarios, dos asesores jurídicos y la exsecretaria municipal igualmente imputados.

La documentación se remitió a la Audiencia Provincial para poner fecha a la vista oral y abrir la fase de enjuiciamiento, pero también en este caso la nueva titular del Juzgado número 2 no ha movido ni un solo papel. Los 11 investigados siguen a la espera.