El presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, en el pleno de este lunes.

El presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, en el pleno de este lunes. | Katerina Pu

M.F.R.Menorca21/11/23 8:00
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Estaban a punto de cumplirse las nueve horas de pleno en el Consell de Menorca y todavía quedaba por delante el turno de preguntas. Tras responder a una interpelación de Susana Mora sobre la ruptura del pacto con Vox, donde el PSOE le acusó de no estar a la altura de la presidencia, Adolfo Vilafranca cedía la palabra a la diputada de Més per Menorca, Noemí Garcia, para que formulara su cuestión. Se dejaba el micrófono abierto y, en ese momento de la retransmisión, se escucha cómo se dirige al vicepresidente segundo, Simón Gornés, y le dice por dos veces en menorquín: «Estoy hasta los huevos».

Es la propia consellera de Més la que avisa con un gesto a Vilafranca para que apague el micrófono. Pero el exabrupto, que en principio solo debía escuchar su compañero de filas, había quedado grabado en el vídeo oficial de la sesión. El patinazo ha sido difundido por los partidos de la oposición en sus redes sociales, criticando al presidente del Consell por sus malos modos. «¿Esto también es lo que hay?», se pregunta el PSOE, mientras el portavoz de Més, Josep Juaneda, pide «respeto» y acusa al dirigente popular de «no saber estar».

El Consell de Menorca vivió este lunes uno de los plenos más largos y tediosos que se recuerdan. Había más de 30 puntos en el orden del día, principalmente propuestas de acuerdo, mociones, interpelaciones y preguntas de la oposición, algunas de ellas reiterativas sobre el mismo tema. El PP alargó todavía más el debate incorporando por urgencia una moción contra la amnistía en Catalunya. El pleno empezó a las diez de la mañana y se prolongó más de nueve horas, incluidas dos pausas.

El presidente Vilafranca requirió en varias ocasiones a los intervinientes que se ajustaran al tiempo previsto en el reglamento, y tuvo más de un encontronazo por este motivo con el portavoz de Més, Josep Juaneda. La institución solo celebra un pleno ordinario cada mes y las sesiones se hacen cada vez más largas. El hecho de que la consellera de Vox esté fuera del gobierno e intervenga en los debates en nombre de su grupo añade también nuevos turnos de intervención.