Así es como se prevé que sea la segunda piscina municipal, adaptada, con una rampa y dos barandillas para favorecer la accesibilidad.

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El Ayuntamiento de Maó presentó este miércoles el proyecto revisado y actualizado para la construcción de la nueva piscina municipal, tras haberse aprobado el pasado lunes en la Junta de Gobierno Local. Después de casi dos décadas desde que se empezó a hablar de la necesidad de disponer de esta instalación y de algunos intentos fallidos para ejecutar la propuesta, el Consistorio ha vuelto a poner sobre la mesa un plan para que esa nueva piscina municipal pueda ser, por fin, una realidad.

El alcalde, Héctor Pons, presentó ayer el proyecto revisado. | Foto: Katerina Pu

Su construcción, adelantó el alcalde de Maó, Héctor Pons, «permitirá aliviar la saturación que hay en la piscina municipal» por las diferentes entidades y personas usuarias que, desde hace ya algún tiempo, conviven en un mismo espacio. En este sentido, avanzó que la nueva piscina se destinará a un uso más social, permitiendo que la actual se centre en un uso más deportivo.

Una piscina adaptada

La nueva instalación tendrá unas dimensiones de 10 por 20 metros y será una piscina adaptada. De este modo, según explicó el arquitecto del proyecto, Nadal A. Caldentey, se instalará una rampa con dos barandillas a cada lado. Con esto se prevé garantizar y favorecer la accesibilidad de personas con movilidad reducida, dependientes y de edad avanzada. «Será un espacio accesible y confortable», aseguró Caldentey.

Además del vaso en sí, se edificarán tres nuevos vestuarios adaptados, almacenes, habitaciones técnicas, un área de monitores y una zona de curas. El proyecto contempla un espacio de recepción y administración; también un porche abierto para que los acompañantes de los usuarios puedan visualizar las diferentes actividades.

La piscina se ubicará en un edificio de nueva construcción de 1.700 metros cuadrados que seguirá las líneas de la edificación actual. Estará, de hecho, en la parte posterior del Polideportivo, junto a la piscina actual, en el espacio donde anteriormente había un campo de fútbol 7. La parte superior albergará un parque fotovoltaico y también recogerá el agua pluvial para almacenarla en el aljibe que hay en el subsuelo.

Presupuesto en dos años

Este proyecto está presupuestado inicialmente en 2,3 millones de euros que el Ayuntamiento, según informó ayer el alcalde, Héctor Pons, pagará en dos anualidades; una en 2023 y la otra en 2024. Las obras cuentan con un plazo de ejecución de 18 meses y se prevé que empiecen a lo largo del año que viene. Sin embargo, antes, el documento del proyecto pasará a exposición pública para que la audiencia pueda presentar alegaciones. Una vez cerrada esta fase, el Consistorio sacará a concurso las obras en los primeres meses de 2023.

El apunte

La piscina actual acoge a 600 usuarios diariamente

Con la construcción de una segunda piscina municipal, el Ayuntamiento de Maó busca dotar al Polideportivo de nuevas instalaciones que permitan destensar los servicios que, actualmente, están colapsados. En este sentido, el concejal de Deportes, Carlos Montes, recordó ayer que la nueva piscina «responderá a una demanda social». Y es que, en estos momentos, la piscina municipal tiene una gran afluencia de colectivos que hacen uso de la misma. Hasta 600 usuarios diarios pasan por el espacio, llegó a reconocer ayer el alcalde, Héctor Pons. Entre ellos, los que practican natación, realizan clases de iniciación y actividades acuáticas para personas mayores o con movilidad reducida; así como los que acuden para rehabilitación o hacer cusos de formación. Esta segunda piscina se destinará, especialmente, a aquellos que llevan a cabo actividades de índole más social.