Vista del parque eólico de Milà.

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El Consell calcula que serán necesarias como mínimo dos semanas para poder asegurar la estructura del molino averiado que amenaza con caer en las inmediaciones del Área de Gestión de Residuos de Milà. El Consorci de Residus i Energia ha formalizado la declaración de emergencia tanto para el parque eólico, como para la planta de residuos y el vertedero, clausurados por motivos de seguridad.

El objetivo de esta declaración es poder acelerar los trámites, pero las previsiones más optimistas no esperan que los materiales requeridos, que ya han empezado a fabricarse en la Península, lleguen a la Isla hasta finales de la próxima semana. Se estima que los trabajos durarán una semana más. Todo ello si las condiciones meteorológicas acompañan.

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La declaración de emergencia también está permitiendo al Consell establecer una operativa especial para la gestión de los residuos. Por el momento se ha ordenado el almacenamiento de la recogida separada (cartón, vidrio y plásticos) en distintos gestores privados de la Isla, mientras que el rechazo, el resto de la basura, así como la poda y los restos sanitarios están siendo depositados de acuerdo con la Dirección General de Residuos del Govern sobre el antiguo vertedero clausurado.

Una vez concluya esa primera fase de actuación, ya con la estructura del molino asegurada, se podrá retomar la normalidad en la gestión de los residuos y se avanzará en la segunda fase, en la que se emprenderán los trabajos para el desmantelamiento del aerogenerador número 4, el más próximo al área de gestión, que permanece cerrada desde el pasado martes para garantizar la seguridad de trabajadores de la planta y de las que acceden al recinto. La grieta aparecida en su base, a unos nueve metros de altura, hace temer que el molino pueda derrumbarse.