Actividad en el matadero de Maó. | Gemma Andreu

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El Consell viene basando su defensa del modelo de gestión de los residuos de matadero que se hace en Milà en el Plan Director de Residuos que aprobó definitivamente a mediados de 2020. El conseller de Medio Ambiente, Josep Juaneda, volvió este lunes a defender que ese documento puede establecer lo que se hace con los residuos animales en la Isla por encima de las normativas europeas y nacional y a pesar de que una sentencia del TSJB de febrero de 2021 lo niega.

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Aferrándose a ese plan, que no aplica la zona remota por voluntad única del Consell, Juaneda recordó que ya no obliga a incinerarlo todo. Es así precisamente porque tuvo que modificarlo a instancias del Ayuntamiento de Ciutadella para recoger lo que decía esa contundente sentencia, incluso cuando estaba recurrida ante el Supremo. Efectivamente recoge la alternativa a la que se acogió el Ayuntamiento de Ciutadella contra viento y marea. «Los mataderos no están obligados a llevar los ‘sandach' a Milà», enfatizó Juaneda.

Cabe preguntarse en este punto por qué en el matadero de Maó han seguido creyendo que se tenía que incinerar todo estando en riesgo su supervivencia económica y por qué de hecho incumple desde su aprobación el plan de residuos al no separar los subproductos de sacrificio por tipologías de riesgo. También por qué desde junio de 2020, cuando se aprobó el plan, hasta marzo de 2021, cuando el interventor dijo basta, el Ayuntamiento ha pagado irregularmente la factura de incinerarlo todo sin atender a la solución de Ciutadella.