Las embarcaciones de la empresa siguen operando en Cala Galdana, a pesar de no contar con licencia

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Un paseo por el torrente que separa Cala Galdana de Serpentona permite advertir el descontrol que supone la numerosa presencia de barcas de alquiler sin patrón, amarradas en una de las orillas, lo que provoca quejas reiteradas de usuarios de otros amarres, y también de peatones por la presencia de los remolques en el Passatge Riu de la urbanización.

Esa era la estampa ayer, con el trasiego constante de clientes que habían rentado la embarcación en alguna de las tres empresas que se dedican a este negocio en el lugar que comparten.Una de ellas, Monkey Boat, mantiene su actividad a pesar de que no dispone de licencia para ello al haberle sido retirada por la Demarcación de Costas recientemente.

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El impago del canon correspondiente y el alquiler de más barcas de las que estipulaba la licencia llevó a la administración a privarle de la autorización en pleno verano. El Ayuntamiento, ante los requerimientos no atendidos de los responsables de la empresa para que dejaran de ocupar la vía pública al carecer de licencia para el negocio que explotan, decidió desmontar la caseta donde vende los tickets de alquiler, y la mantiene bajo custodia, en Ciutadella.

Sin embargo, la empresa sigue operando con aparente normalidad, como se aprecia en las imágenes, atendiendo a las peticiones que le llegan por otros canales de comunicación. El Ayuntamiento de Ciutadella señala que es a Costas a quien le corresponde controlar si la sociedad se mantiene operativa. «Nuestra competencia está en la vía pública y por eso le retiramos la caseta», indica la concejal de Disciplina Gubernativa, Maria Jesús Bagur.

La Policía Local aguarda ahora que el Ayuntamiento ordene la retirada de los remolques de las barcas en alquiler que ocupan la vía pública, aunque las ordenanzas municipales no contemplan expresamente este elemento por lo que deberá dictar una resolución específica para ello.