Sin embargo, el Consejo de Administración de Autoridad Portuaria ha resuelto esta semana adjudicárselo a Poon Hill SL, una empresa con domicilio social en Barcelona, perteneciente al grupo Bimpedi SL y dedicada al sector inmobiliario que el año pasado amplió sus actividades a la explotación de puertos deportivos de escala o de invernada, según aparece en el registro mercantil. Fuentes portuarias desconocen que haya tenido presencia hasta ahora en el puerto de Maó.
La concesión supone la autorización temporal para la gestión de 11.019,30 metros cuadrados de espejo de agua y 247 metros de línea de atraque con 48 amarres de esloras entre 8 y 30 metros. Las bases establecían una tasa de ocupación de 107.120 euros y una de actividad del 4 por ciento sobre el volumen del negocio. La oferta ganadora propuso un importe fijo anual y adicional de 130.000 euros en concepto de mejora de tasas de ocupación.
En conjunto ha mejorado el canon en 47.000 euros al ofertado por el Club Marítimo de Mahón. La diferencia entre una oferta y otra es notable, la empresa ganadora proponía una tasa de 0,80 euros por metro cuadrado y día para las esloras de hasta 15 metros, mientras la oferta del Marítimo era de 0,42 euros.
Para las esloras de más de 15 metros, la oferta de Poon Hill era justamente el doble, 0,90 euros por metros cuadrado y día por los 0,45 del Club, que no recurrirá la adjudicación. «Se trata de un concurso puro y duro, gana la mejor oferta económica, es una cuestión de puja», explica Antonio Hernández, presidente del Club Marítimo de Mahón.
La entidad pierde así su primera fuente de ingresos, la otra es la gasolinera. La preocupación se apoderó ayer de la Junta Directiva y socios que conocieron la noticia, que tendrá que reestudiar el presupuesto de este año.
De esas cuentas se destinan anualmente 500.000 euros al deporte, una aportación que necesariamente se verá mermada. Otro tanto ocurrirá con la actividad dirigida a los socios. La pérdida de ingresos también podría repercutir sobre la plantilla de personal, aunque se intentará mantener la estructura.
Trapsayates
El Club confía en superar el revés que acaba de sufrir con la concesión de los amarres del Moll de Llevant, en el que concurre sin competencia y con unas condiciones en las que se tiene en cuenta la actividad social y deportiva de los concursantes.
Sin embargo, la adjudicación se retrasa y Hernández, a la vista de la belicosidad judicial mostrada hasta ahora por Trapsayates, todavía usufructuaria de esos pantalanes, teme que la situación actual se prolongue hasta finales de 2023, fecha en la que acaba la concesión. El escenario más optimista ofrece la opción del desalojo, autorizado tiempo atrás por el juez, por parte de Autoridad Portuaria.
9 comentarios
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"Algo huele a podrido en Dinamarca" ("Hamlet", de Shakespeare)
Es una pena tot tu. Ja que podriem seguir amb una associació menorquina, no no li donam a una inmobiliaria. VA FORT
Si esas son las normas hay que cambiarlas, ya! Los puntos de atraque, de la curva de la Sirenita, son patrimonio de la estrategia insular turistico-náutica y es indignante que no los atienda nuestro mejor embajador en el puerto, con su personal fijo, instalaciones de primera y reflejo de la sociedad civil local. La normativa de concesiones está desfasada, no es sostenible y cortoplacista. Inviable hoy en día.
Obviamente es un despropósito. La actividad formativa, deportiva y social del CMM, no puede depender de tener que competir con fondos buitre, inmobiliarias y otros instrumentos depredadores. Espermos el Govern Balear , Consell insular, ajuntament....estén a a la altura, para ayudar a compensar esta situación límite.
Es absurdo conceder los amarres a quien no dispone de la mínima estructura y deberán alquilar oficinita, o tal vez atiendan on line desde Formentera, de donde proceden. Vergonzoso. La nueva concesionaria es una sociedad pantalla sin oficio ni beneficio... y tiene 4 años de vida frente a los casi 100 del Club Marítimo, con un edificio propio orgullo de la isla que se va quedando sin actividades. Un disparate mayúsculo y van unos cuantos de APB... Cuando se queden sin cobrar, como ha sucedido con Trapsa, cambian al Presidente y se quedan tan anchos. Y Ciutadella mientras tanto como un tiro, sin APB claro. Al loro!
En el Consejo de Administración de Autoridad Portuaria de Baleares (presidido por el Sr. Antich, tan experto él en Náutica) figuran nuestro Sr. Alcalde, Héctor Pons Riudavets, y un representante del Consell Insular de Menorca, casi siempre la Sra. Fullana. Y, díganme estos dos personajes, ambos con cargos bien remunerados : ¿qué han hecho para defender al Club Marítimo frente a una compañía inmobiliaria catalana?. ¿Han, quizá, argumentado que ésta no dispone de duchas ni aseos?. Si no defienden algo tan elemental, se merecen que el Club renuncie a realizar las regatas internacionales que dan nombre, vida y riqueza a esta ciudad. Por vagos, por tibios y por no hacer su trabajo.
Nostromo en referencia a nuestro políticos de irte que tan solo son lis acólitos de lo que les dicten desde Mallorca, de lo contrario se quedan sin silla, y de que vivirán, si no tienen ni arte ni beneficio
Pobres menorquines, cuando nis daremos cuenta de una puñetera vez de que el puerto de Mahón, Mao, Mo, tiene un potencial que puede ser el mayor competidor de los Mallorquines, y jamás permitirán que ningún autóctono pueda hacer progresar nuestro puerto natural y prefieren darle cualquier concesión a uno de fuera que uno de casa, y sirva de ejemplo que se conceden estas concesiones a empresas que por no tener no tienen ni servicios o duchas, y toda la mierda ira nuestro puerto,
Es indignante que ese organismo mallorquín esté siempre haciendo la puñeta a nuestro histórico Club Marítimo de Mahón con el tema de los amarres. Después del despropósito con aquella concesión a la empresa fallida Trapsa Yates, que todavía colea y no hay forma de resolver, ahora encima les conceden estos amarres de la zona de Can Reynes a otra empresa de Barcelona que al parecer se dedica al sector inmobiliario. Es un escándalo monumental. El Club Marítimo es una entidad que lleva muchas décadas dedicada a una importante labor social, de enseñanza y entretenimiento, especialmente para los niños y jóvenes. Esto debería bastar para tener una absoluta preferencia para poder gestionar unos amarres suficientes que le faciliten la necesaria financiación para sus fines sociales. Aquí la gran pregunta es ¿Hacen algo al respecto nuestro Ayuntamiento y nuestro Consell? Clarísimamente NO. ¿Entonces para qué están...?