Imagen aérea el estado actual de Es Pla. | Junts as Pla

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Muchos ciutadellencs pisan Es Pla solo una vez al año,    el día de Sant Joan con los Jocs des Pla, y a pesar de ser una ubicación emblemática por lo que representa, el resto del año se reduce a ser un aparcamiento y punto de encuentro de jóvenes que van a las discotecas. Aunque en los últimos años ya se han apreciado los primeros cambios como la limpieza, el creciente control sobre los botellones y la mejora del pavimiento, sigue sin ser del todo acogedora para su vecinos. Es por ello que desde la asociación Junts as Pla dan un paso más para la regeneración del espacio de la colàrsega del puerto antiguo y quieren dar voz a las entidades vinculadas para identificar los problemes y aspectos a mejorar.

No ha evolucionado

Se trata de una iniciativa llamada Xerrem des Pla, cuyo promotor Macià Coll define como «una vía de acción para recuperar la zona para la ciudadanía de Ciutadella», y relata: «Después de Sant Joan, el área pierde protagonismo y queda desaprovechada. Los vecinos sienten inquietud e incomodidad hacia su estado actual». Según Maria Jesús Barceló, que participa como mediadora externa, «el espacio ha    quedado congelado y estático con el paso del tiempo y es momento de revitalizarlo, a diferencia de otras ubicaciones de la ciudad que han evolucionado».

La iniciativa cuenta con el total apoyo del Ayuntamiento que tiene intención de participar activamente. Tal y como explica Andreu Cardona, concejal de Cultura, Patrimonio y Política Linguística: «La actividad del puerto ha ido a menos con la pandemia lo que ha dado pie a que haya otra concepción de Es Pla, hacia un espacio más allá de las discotecas».

El proyecto ya se ha puesto en marcha con las primeras entrevistas en las que se han identificados los primeros tres grandes temas (aunque habrá más): la problemática del pavimiento de arena que resulta irregular; el aspecto de los edificios hacía una estétitca unificada;    y las consecuencias del ruido generado en parte por la concentración de personas en los accesos a los locales del ocio noturno y los botellones y masificación que se derivan de ello.

Es solo la primera toma de contacto con los agentes implicados - vecinos de Sa Muradeta y Santa Bàrbara, usuarios de barcas, empresarios de la restauración y del ocio nocturno, y administraciones, como el Ayuntamiento y Ports de les Illes Balears, competente del puerto antiguo - todos ellos «con intereses distintos».

Para ello, los promotores del proyecto piden la colaboración del Consisitorio, y también para materializar las propuestas: «No tiene sentido elaborar un plan de actuación como si fuera una carta de Reyes y que se quede guardado en un cajón. Queremos que sea realista y asequible para que el Ayuntamiento nos pueda ayudar porque es quien tiene competencias».

Desde Xerrem des Pla son optimistas y fijan para el 2022 el incio del calendario para la puesta en marcha de las actuaciones.