Ordenació sacerdotal de Pau Pons Seguí, en directe des de la Catedral de Menorca | Youtube: Bisbat de Menorca

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La Diócesis de Menorca vivió este sábado una jornada de alegría y celebración con la ordenación del joven mahonés Pau Pons Seguí como presbítero en la Catedral.

Numerosos fieles, encabezados por los familiares y amigos del nuevo sacerdote, asistieron a la Eucaristía que presidió el obispo Francesc Conesa con numerosos sacerdotes diocesanos así como diáconos y seminaristas  desplazados expresamente a la Isla, amigos de Pau Pons, que llenaron el presbiterio de la Catedral.

Los momentos más significativos y emotivos de la celebración consistieron en la imposición de manos y la oración consagratoria. Todos los concelebrantes repitieron el mismo signo sobre la cabeza del nuevo presbítero que fue revestido con los signos de su nuevo ministerio: la estola y la casulla. El prelado le ungió las manos con el Crisma y después se entonó el salmo 109: «Tú eres sacerdote para siempre».

Las ofrendas del pan y el vino para celebrar la Eucaristía fueron entregadas por el obispo a Pau Pons, que ya puede realizar la consagración eucarística.

El desafío del Evangelio

En la homilía, el pastor de la Diócesis de Menorca manifestó que «sabes trabajar con tus hermanos sacerdotes. Hoy te incorporas a este presbiterio de Menorca y has de permanecer unido a él para llevar a cabo la misión que el Buen Pastor ha puesto en nuestras manos. Solo unidos podremos hacer frente al desafío de anunciar el Evangelio a las gentes de esta Isla».

El titular de la sede de Severo invitó al nuevo presbítero a «leer tu historia personal y a descubrir cómo el Señor te ha ido atrayendo y conduciendo hacia él: la fe que te transmitieron tus padres, la formación en el colegio de Sant Josep, tu contacto con la parroquia de La Concepció, tu formación en el Seminario de Valencia y, últimamente, tus años en el Colegio Español de Roma. A través de todo ello, el Señor ha pronunciado tu nombre y te ha llamado para que seas sacerdote, profeta y pastor». Según Francesc Conesa, el amor a Jesús constituye la clave del ministerio sacerdotal, porque «te conducirá a amar a los hombres. El amor será fuente de unidad para tu vida. Todas la actividades de la vida sacerdotal quedan unificadas e integradas cuando están movidas por el amor. Si cada instante y cada gesto de tu vida están movidos por el deseo de entregarlo todo por la grey, encontrarán una gran armonía y equilibrio espiritual».

Antes de concluir la ceremonia, en una meditada intervención, el ya ordenado sacerdote agradeció la comprensión y la ayuda de quienes le han apoyado para su desarrollar su vocación, en especial sus padres; el colegio de Sant Josep de Maó, la parroquia de La Concepció; Joan Miquel Sastre y el obispo Conesa.