El aeropuerto de Madrid, casi vacío. Pese a la confusión reinante sobre la aplicación de las restricciones de movilidad en el aeropuerto de Madrid, la presencia de viajeros este fin de semana ha sido extremadamente baja y mayoritariamente en vuelos de regreso a casa | EFE/Emilio Naranjo

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La orden del Ministerio de Sanidad que prohíbe las salidas por motivos de ocio –incluidos obviamente los turísticos– en Madrid y en otros nueve grandes núcleos urbanos de la Comunidad de Madrid ha dado la estocada final a la peor temporada turística de la historia. Las restricciones para frenar la expansión del coronavirus en la región europea con mayores índices de transmisión comunitaria, que dejan sin posibilidad de salir a casi cinco millones de personas de uno de los principales mercados emisores de turismo nacional, ha provocado el enésimo golpe a los pocos hoteleros que mantenían abiertos con la vista puerta en el puente del Pilar. No ha sido peor porque ya son muy minoritarios los establecimientos de temporada que mantienen actividad.

Es el caso del grupo Carema Hotels, uno de los primeros que abrió sus puertas esta temporada, que inicialmente tenía previsto mantener el Resort Carema Club Menorca y el Carema Beach Resort abiertos hasta el 30 de octubre. Ya habían rebajado esa previsión al 18 de octubre y finalmente han decidido que su última noche sea el día 12 de octubre y no aguantar todo el puente del Pilar, según explica director general de Carema Hotels, Max Weinbinder. «Trabajamos casi exclusivamente con mercado nacional y cuando no responde por los problemas en la capital, llegan cancelaciones y el volumen de reservas es muy bajo, no queda más que cerrar».

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La otra cadena que mantiene hoteles de costa abiertos, Artiem Hotels, pretende aguantar abierto el Artiem Audax y el Artiem Carlos hasta el 24 de octubre y esta semana decidirá incluso si alarga la apertura del primero, ubicado en Cala Galdana, hasta que termine el mes. Lo hace con una previsión de ocupación del 32 por ciento, la que fuentes de la compañía consideran la mínima para mantener un equilibrio que permita mantener puestos de trabajo. Hoy, aseguran, empezarán a comprobar si se están registrando cancelaciones para el puente desde la Comunidad de Madrid, aunque adelantan que en buena parte resisten gracias a que mantienen una buena demanda de clientes menorquines, y más minoritaria de extranjeros y de españoles llegados de otros puntos de la geografía peninsular.

Desde Carema Hotels explican que la situación que están viviendo ahora mismo les recuerda al inicio de la temporada y aseguran que si han logrado mantener abiertos es gracias a los clientes directos, sin turoperación, y principalmente con mercado nacional. Evidentemente reconocen que no ha sido una buena temporada, pero también subrayan que ha sido más positiva de lo que esperaban inicialmente, cuando incluso se temía que directamente no hubiera actividad.