Turistas en el mostrador de recepción de un hotel | T. AYUGA

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La Asociación Hotelera de Menorca (Ashome) está impulsando el llamado arbitraje turístico, un sistema de resolución de quejas y reclamaciones de los clientes presente en la Ley Turística y que está pendiente de ser desarrollado. La idea es que los conflictos generados en relación a la prestación de servicios en los establecimientos turísticos sean resueltos por la Dirección General de Consumo del Govern y que no sean gestionadas por el saturado departamento de Ordenación Turística del Consell.

La patronal hotelera considera que este tipo de mediación es beneficiosa para todas las partes ya que, por un lado, el turista tiene una respuesta más rápida a sus quejas y, por otro, el alojamiento puede llegar a un acuerdo rápido y beneficioso para el cliente, lo que repercute en una mejora de la experiencia en el destino. Además la administración se evita la lenta tramitación de expedientes que por lo general, más allá de obligar a los inspectores a visitar los establecimientos, no terminan resolviéndose en beneficio de los turistas.

Ashome, que ve en este sistema de mediación una manera de generar seguridad y confianza entre los visitantes, está promoviendo entre las empresas asociadas el arbitraje y quiere contribuir al desarrollo de este sistema por parte del Govern, que vería con buenos ojos su próxima implantación. Una vez puesto en marcha, la patronal llevaría a cabo las labores de representación de sus asociados en las mediaciones que se abran como consecuencia de las quejas o reclamaciones de clientes.