El antiguo Hotel Catell Playa, de la familia Matutes, en Arenal d’en Castell.

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La reforma del antiguo Hotel Castell Playa de Arenal d'en Castell sigue acumulando contratiempos. Después de que una protesta laboral parara la obra en curso y de que fuera definitivamente paralizada por no tener licencia para la reforma interior, ahora el GOB ha revisado el proyecto y denuncia que «es impropio del siglo XXI» y que «intenta alargar 50 años más un modelo heredero de los años 70».

La entidad ecologista lamenta que no se aprovecha para mejorar su impacto ambiental. No prevé el aprovechamiento de las aguas pluviales, no incorpora energías renovables, no plantea ninguna alternativa que reduzca su impacto paisajístico y, principalmente, no contempla su conexión a la red de alcantarillado para que las aguas residuales (estimadas en 123.500 litros diarios) sean tratadas en la nueva depuradora de la zona.

El GOB revela que el proyecto prevé una depuradora propia, aunque sin aclarar adónde irá a parar el agua depurada. Los ecologistas reclaman que se presente una autorización actualizada para conocer si se puede mantener operativo el sistema del emisario y el pozo de infiltración a un kilómetro de la costa de la zona urbana de Son Parc.

Los ecologistas, que plantean dudas legales sobre el proyecto, lo consideran como un mal ejemplo de reforma y lamentan decisiones como las del decreto de medidas del Govern o la Ley Turística, que eximen a los hoteles antiguos de los requisitos de cualquier rehabilitación integral, «una normativa a la carta que no responde al interés general».