La central de Maó ha reducido ligeramente su producción

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El parón repentino de actividad y el confinamiento domiciliario decretado por el Gobierno no ha tenido un efecto demasiado notable en la reducción del consumo eléctrico en la Isla. La principal razón es el descenso de las temperaturas que ha vivido la Isla en la segunda quincena de marzo, principalmente entre los días 25 y 28 del pasado mes. Según datos facilitados por Endesa, la energía consumida por el conjunto de la Isla desde el domingo 15 de marzo, cuando entró en vigor el real decreto del estado de alarma ha sido de una media diaria de poco más de 1.071 megavatios hora (MWh), lo que supone un descenso de la media diaria del 6,3 por ciento.

Cabe tener en cuenta también otros factores a la hora de comprar el comportamiento de la demanda antes y después del confinamiento. Hasta el 14 de marzo ha habido cuatro días de fin de semana, mientras que a partir de esa fecha se han contabilizado cinco. Los días de fin de semana registran un consumo mucho menor que en días laborables. También apuntan desde la empresa que el consumo se ha trasladado de los centros de trabajo a los hogares, aunque no en la misma medida.

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En el global del mes de marzo la demanda se ha situado en torno a los 32.050 MWh, lo que supone un descenso mínimo, del 0,75 por ciento, en relación al mismo mes del año pasado. De nuevo hay que tener presente la gran incidencia que tiene la meteorología en los patrones de consumo eléctrico.

Así, esos 32.050 MWh consumidos el pasado mes de marzo no son especialmente bajos en relación al histórico de los meses de marzo. Ademas el hecho de que Menorca no disponga de interconexión eléctrica con Mallorca (desde noviembre de 2017) hace que los niveles de producción de la central se sitúen por encima de los valores habituales cuando llegaba energía desde Mallorca. En los años previos a la rotura del enlace la producción de la central se situaba en un mes de marzo sobre los 29.000 MWh.