Turismo se lanza al mercado americano tras un incremento de llegadas del 30 %

Según los datos que la Encuesta de Ocupación Hotelera que hace públicos el Institut d'Estadística de les Illes Balears (Ibestat), hasta el mes de noviembre del año pasado los establecimientos hoteleros menorquines alojaron a un total de 3.390 turistas estadounidenses (el 67 por ciento fuera de los meses de julio y agosto), lo que supone un incremento superior al 30 por ciento en relación al balance completo del año 2018. La cifra es muy menor en comparación con los grandes mercados emisores, pero no tanto en relación a otros destinos europeos que cuentan con conexiones directas en temporada. Supone, además, multiplicar casi por cuatro los datos que se registraban hace un lustro.

El incremento registrado en el último año, con casi 800 turistas americanos más que en 2018, coincide con los datos de la principal agencia en venta de paquetes turísticos a la Isla en el mercado norteamericano, Expedia. A través de sus seis portales de comercialización a lo largo del 2018 ha traído a la Isla 2.275 turistas americanos, lo que supone un incremento del 29,9 por ciento. Otras agencias como Destinia, eDreams y Last Minute también trabajan con paquetes vacacionales a Menorca, normalmente como estancia prevista dentro de rutas más amplias por el continente europeo.

Viendo el creciente interés que está suscitando Menorca en el mercado estadounidense, desde el Consell exploran la posibilidad de no quedarse en esta única acción promocional. Con ese objetivo en la feria Fitur, que se celebra la semana que viene en Madrid, se reunirá con responsables de la Oficina Española de Turismo en Nueva York para explorar la posibilidad de organizar un viaje de periodistas especializados. También se explora la posibilidad de traer a la Isla a agentes de viajes americanos.

Por otra parte, el Plan de Conectividad de Menorca para los próximos dos años, aprobado el pasado mes de octubre con el visto bueno de todas las administraciones y de las principales patronales turísticas, se ha propuesto abrir vías de conexión con aeropuertos de la costa este estadounidense. No se pretenden rutas directas, sino escalas de reducida espera a través de Madrid y Barcelona y a ser posible en vuelos de código compartido que permitan dar el salto a la Isla con comodidad.