La nova marca de sostenibilitat de Menorca | Youtube: Agencia Menorca Reserva de Biosfera

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El Consell presentó este jueves en sociedad la marca Menorca Reserva de Biosfera y la puso a disposición de todas aquellas empresas que quieran obtener un distintivo que va más allá de las certificaciones existentes y que pretende premiar e incentivar las buenas prácticas, las sostenibles en un sentido amplio: respeto por la naturaleza, contribución al desarrollo local, cuidado de las personas y del patrimonio cultural, la historia y las tradiciones. El objetivo es convertir en sello de calidad, origen y compromiso los valores de la Reserva de Biosfera, todo ello sin dejar de lado los beneficios comerciales que puede reportar a productores y prestadores de servicios.

En un acto celebrado en el salón de plenos del Consell, la institución expuso la filosofía de la marca, pero también las ventajas comercialmente tangibles. La primera tiene que ver con el asesoramiento para avanzar en el cumplimiento de los criterios de sostenibilidad. No en vano, para la obtención del sello se requiere cumplir con unos requisitos inmediatos, pero también implica el compromiso de lograr unos objetivos a medio plazo. La idea no es solo premiar las prácticas sostenibles existentes, sino también potenciarlas.

A nadie se le escapa que cada vez son más los consumidores que demandan productos y servicios comprometidos social y medioambientalmente. Y en este sentido, la marca Reserva de Biosfera, reconocida mundialmente y con una organización prestigiosa como la Unesco detrás, da fe de ese tipo de prácticas cada vez más premiadas por el consumidor.

Marketing

Además, el Consell ha creado una página web específica para la marca a través de la que realizará promoción de las empresas, productos, bienes y servicios que cuenten con un distintivo que además propicia la obtención de otros de rango nacional e internacional. Desde la Agencia Reserva de Biosfera han elaborado un plan de marketing específico para darle vuelo a la iniciativa y a sus adheridos.

Se han establecido los criterios que deberán cumplir las empresas dedicadas a la producción, por el momento solo artesana y agroalimentaria, y a los servicios turísticos, ya sea de alojamiento, restauración o de otras actividades complementarias. Cada categoría tiene unos criterios específicos, pero en términos generales, se hace hincapié, entre otros aspectos, en la preservación de los productos y tradiciones locales, la recuperación de variedades autóctonas, las buenas prácticas agrarias, el turismo desestacionalizador, la divulgación de los valores de la Reserva, la implicación de colectivos vulnerables, la reducción de residuos y del consumo de agua y energía, la reducción de la contaminación lumínica, etcétera.