Compradores frente al escaparate de una de las tiendas de Maó que ofrece descuentos. | Gemma Andreu

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Carteles en los mostradores, anuncios en la prensa y banners en las webs. Es casi imposible para el consumidor evitar la publicidad durante los días previos al Black Friday, así como también lo es para el comerciante no adherirse a la campaña con ofertas que estimulen las ventas.

Según coinciden las organizaciones enfocadas en el tejido comercial de Menorca, el Black Friday es una estrategia que adoptan la gran mayoría de establecimientos casi por imposición por parte de la dinámica de consumo actual, en la que este evento está más que instaurado. «Aunque nunca hemos estado demasiado a favor del Black Friday, sabemos que es nadar a contracorriente», reconoce el coordinador de Ciutadella Antiga, Macià Coll, quien asegura que desde hace tres años la tendencia es formar parte de la iniciativa, a pesar de su origen norteamericano. «Primero solo se animaban una pocos pero ahora lo hacen muchos más», asegura Coll, que no es muy optimista en cuanto a los beneficios que pueda generar. De hecho, la entidad ha sido la impulsora de la reciente campaña de concienciación que buscaba poner en valor la importancia el comercio local frente al auge de las ventas a través de plataformas web que precisamente durante el Black Friday se convierten en el canal estrella para las compras.

De hecho Amazon, una de las grandes compañías del comercio online, tiene en marcha la maquinaria del Black Friday desde el pasado viernes, con ofertas en productos de todos los sectores y, especialmente, en la electrónica, que era, en un principio, la principal fuente de esta estrategia comercial.

En este sentido, Coll recuerda que, teniendo en cuenta que el consumidor está a la espera del lanzamiento de ofertas de esta fecha, el Black Friday puede, incluso, «provocar pérdidas» durante las semanas anteriores o durante las semanas después.
Con los pros y los contras del Black Friday, Coll espera que las tiendas de Ciutadella obtengan rédito de esta cita, aunque ya quedó claro con la simulación del cierre de comercios que se llevó a cabo este fin de semana, cual es la prioridad para la entidad.

Otra visión
Por otra parte, desde la Asociación Empresarial de Comerciantes de Menorca (Ascome), asociada a PIME, prefieren verlo como una concentración de las ventas de Navidad, una excusa para adelantarlas. De hecho, este es el mayor pretexto que utilizan los consumidores que aprovechan las ofertas del Black Friday para dejar liquidadas gran parte de las compras de navideñas. Otro motivo para que los comerciantes se apunten al show. «La dinámica de consumo actual hace que muchos comercios apliquen descuentos durante el Black Friday para estar al día en cuanto a demandas del consumidor y para no quedar aislados», confirma el secretario de Ascome, Jordi Bosch.

Y la manera de enfocarlo, añade, depende de las necesidades de cada comercio. Los descuentos, por norma general, suelen rondar entre el 10 y el 20 por ciento. Aunque también pueden haber ofertas puntuales más superiores. Además, aunque el origen del Black Friday es el comercio electrónico, se aplica a todo tipo de productos e, incluso, de servicios por parte, por ejemplo, de agencias de viajes, hoteles o venta de entradas. «Aunque antes era muy específico, ahora se hacen descuentos más generalizados, no suscritos a un solo producto», analiza.

Asimismo, la duración del Black Friday también forma parte del criterio de los vendedores. Lo más frecuente es mantener las ofertas durante el fin de semana, pero algunos también las prolongan cuatro o cinco días, antes y después del propio ‘Viernes Negro'.