Embarcaciones de un negocio de alquiler en el puerto de Ciutadella. En agosto el cliente es más el turismo de familias. | Sergi García

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La temporada en el sector náutico ha arrancado tarde, durante los tres primeros meses, mayo, junio y julio, fue la industria la que tiró de la actividad, y agosto, que en general ha traído buen tiempo para la navegación y el ocio relacionado con el mar, será determinante para el balance de estas empresas. Si bien en julio la encuesta sobre la temporada de la patronal PIME situaba al sector náutico como el que tenía un mejor comportamiento, con casi un 15 por ciento de empresas que afirmaba haber aumentado facturación, ese dato desglosado por industria y náutica deportiva y de ocio –las dos ramas principales de actividad–, arroja diferencias significativas entre ambas. En los dos primeros meses de la temporada la industria, que incluye venta, reparación y mantenimiento de embarcaciones, mejoró el volumen de negocio mientras que la náutica de ocio presentaba caídas considerables en mayo (-79 por ciento) y junio (-71 por ciento). En julio, aunque ya a mediados, la situación comienza a invertirse, con una subida de facturación para la náutica deportiva del 21 por ciento y un descenso del 31 por ciento en la industria. La tendencia «tiene su lógica», explica la secretaria de la Asociación Menorquina de Empresas Náuticas (Asmen), María García, ya que la mayoría de los barcos según avanza la temporada ya están navegando, no en los talleres o astilleros.

Otra explicación, según el presidente de Asmen, Justo Saura, estaría en un menor número de operaciones en el mercado de segunda mano, que cubre las embarcaciones de menor eslora y que se nutre del cliente local. Los encargos de yates de mayor eslora y de elevado precio se concretan meses antes del verano y «el mercado de nivel adquisitivo alto no ha fallado», añade. En cuanto a los alquileres de barcos, con o sin patrón, las empresas consultadas señalan que está siendo un buen agosto, en algunos casos por encima de la facturación del mismo mes el verano pasado, y en otros manteniéndola, después de un arranque de verano incierto, al menos hasta mediados de julio.

Sobre el tipo de cliente que alquila, «en agosto tenemos más familias, quieren un barco para pasar el día, con un poco de motor y prestaciones», explican desde una empresa de Ciutadella que alquila motoras de 6 a 12 metros, para las que se requiere titulación y que se ofrecen con o sin patrón. En el puerto de Maó coinciden en la descripción de la clientela, familias, mayoría de españoles, y muchos procedentes de Madrid, que pueden elegir barcos de esloras entre 6 y 18 metros con patrón, si ellos no tienen la titulación requerida.

En el otro extremo de la Isla apuntan hacia el cliente de alto poder adquisitivo que se aloja en hoteles rurales y de interior, que también quieren conocer Menorca navegando, entre esos clientes de los chárter con patrón «hay muchos americanos, es un producto bastante exclusivo».

Puertos

Los amarres de los puertos están llenos aunque con rotación de los barcos transeúntes. Marina Deportiva Menorca, que cuenta con 650 puntos de amarre en total en el puerto de Maó, presenta un 85 por ciento de ocupación actualmente. La Marina Port Mahón, de Trapsayate, está al cien por cien de su capacidad, con 350 amarres en los muelles, la mayoría de base. El Club Nàutic de Ciutadella, con 224 amarres, los tiene todos llenos, no dispone de todo el espacio que requiere la demanda existente. En Cala en Bosc sucede igual, la ocupación de los 276 puntos de atraque es del cien por cien. «El lleno en los amarres es una constante porque hay más demanda que oferta», aseguran en Ponent.