Entre las distintas problemáticas que detectan en Cala en Blanes sobresalen las pintadas y los daños en instalaciones telefónicas o las torres de transformación eléctricas | C. Fontestad

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Los vecinos de Cala en Blanes están hartos de que los coches sobrepasen los límites de velocidad y piden más controles policiales. Denuncian que los conductores circulen demasiado deprisa en la Avenida de Cales Piques a pesar de que el Ayuntamiento colocara badenes años atrás para evitarlo.

Desde la asociación de vecinos reclaman o bien más controles policiales o que se coloquen radares en esta calle, la entrada principal a la urbanización. El presidente de la Asociación, Joan Benejam, pide que al menos «hagan una campaña policial y pongan multas» como medida disuasoria. Los coches sobrepasan los 40 kilómetros por hora, el máximo permitido en este tramo y desde el departamento de Policía Local y Seguridad Ciudadana se está estudiando la colocación de radares fijos y móviles para solventar el problema, como confirma el concejal del área, Oriol Baradad.

Los residentes de la urbanización se quejan también de otras deficiencias del espacio público, como pintadas o el retraso en el cambio de las farolas de la avenida Simón de Olivar, que ya pasó por junta de gobierno y está previsto que se ejecute en breve. Por la urbanización que, aseguran, presenta un estado «de abandono», ya pasean los turistas del Imserso, alojados en el Hotel Farragut.