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Unas 1.500 personas según la Policía Local, y 2.000 según los organizadores, han participado en la manifestación que este domingo por la mañana ha tenido lugar en Maó para rechazar que el catalán sea un requisito para acceder a plazas sanitarias.

Convocada por la plataforma «Mos movem», la marcha ha iniciado su recorrido poco antes de las doce en S'Esplanada, para seguir hasta la plaza Constitució. Allí, una de las impulsoras de esta organización, la empresaria Úrsula Mascaró, ha intervenido, y ha declarado que «hemos sacado a la calle el sentido común». Posteriormente, se ha leído el manifiesto, a cargo de nueve personas, entre ellas profesionales de la sanidad, usuarios del IB-Salut y voluntarios de la plataforma, además del presidente del Sindicato Médico de Balears, Miguel Lázaro.

La concentración ha seguido su marcha hasta la plaza Constitució, donde se ha continuado con una recogida de firmas.