También recuerda la Sareb que existe autorización para el uso municipal del antiguo cuartel Duque de Crillón pero no para el Conde de Cifuentes, donde en ocasiones el Ayuntamiento ha depositado algunos materiales de la brigada o vehículos precintados por la policía.
La versión del alcalde sobre la situación es muy diferente. Lluís Camps se mostró este martes sorprendido por estas manifestaciones, y señaló que «no es cierto» que no se haya dejado acceder al antiguo cuartel de ingenieros a ningún representante de la empresa, «a día de hoy sabemos que no es nuestra casa».
En la actualidad, afirma Camps, el Ayuntamiento no utiliza el recinto del antiguo cuartel, aunque no niega que en ocasiones sí se haya hecho. El alcalde lo ve más como una ayuda mutua entre Ayuntamiento y propiedad, ya que la vigilancia policial «ha evitado problemas de okupas o vandalismo» aunque los agentes tienen claro que no es un edificio municipal, aclara el alcalde, quien desea evitar entrar en polémica con la sociedad propietaria. «No quiero que se estropeen las relaciones, hay que sumar, no enfrentarnos, pero se les ha facilitado el acceso cuando lo han pedido, y eso es así porque entraron a precintar las ventanas desde el interior». En cualquier caso desde la Sareb se mostraron ayer dispuestos a realizar una valoración del estado del edificio para ejecutar las obras de conservación necesarias; para ello deberán aclararse las diferencias sobre el acceso al cuartel que la sociedad ha manifestado después de que este diario se hiciera eco del deterioro de la fachada del inmueble, cuyo mantenimiento se recoge en el convenio prorrogado en 2014, al mismo tiempo que el posible uso hotelero y residencial.
2 comentarios
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Si los bancos no pueden devolver "el rescate", que lo devuelvan en especies, entregando propiedades a los municipios, entidades, etc ... Eso sería justo, no lo de ahora y los 60.000 millones "esfumados".
Els bancs, després de robar els doblers dels ciutadans, no només no tornen el que en teoria l'Estat va dir que tornarien, sinó que continuen fent el que els hi dóna la gana. Fan el mateix amb les comunitats de propietaris, no paguen ni les quotes d'on tenen pisos. Són un poca-vergonyes, però és clar, la llei no és per tothom igual.