La Autorización Ambiental Integrada que la Conselleria de Medio Ambiente otorgó en 2008 a la central establecía un caudal máximo de vertido de 9,2 millones de metros cúbicos al año, sin embargo, al menos desde ese mismo año el volumen de agua devuelta al puerto tras pasar por los conductos de refrigeración superó los 15 millones de metros cúbicos, una situación que dejó de constituir una infracción en octubre de 2014, momento en que la Comisión de Medio Ambiente respondió favorablemente a la solicitud de la empresa para modificar la autorización y aumentar el límite máximo de vertido permitido.
El recurso
Para aprobar dicha solicitud, la comisión de Medio Ambiente no solicitó a la empresa el volumen anual de caudal evacuado, por lo que la infracción no fue detectada. Siete meses después de que el pleno de la comisión la aprobara, esa autorización fue publicada en el Boletín Oficial de Balears. Un mes más tarde el GOB recurrió la autorización. El recurso fue desestimado, pero provocó que la infracción aflorase.
No en vano, aunque desestime un recurso, la Administración está obligada a dictar resolución, para lo que tuvo que pedir informes a diversos departamentos en los que quedó patente que la ampliación de vertido autorizado que solicitó la empresa era de facto una regularización de la situación que se venía produciendo desde 2008.
Esa fue una de las conclusiones a las que llegó la Comisión en la respuesta al recurso del GOB –además de que la empresa se había ahorrado decenas de miles de euros del canon por metro cúbico de vertido–. El problema radica en que ese informe técnico y la posterior apertura de expediente sancionador llegaron en noviembre de 2016, 17 meses después de la presentación del recurso, y una vez ya se habían cumplido dos años de la autorización de ampliación de vertido y la infracción estaba legalmente prescrita.
A pesar de esa superación continuada del caudal autorizado, la Comisión balear de Medio Ambiente considera que no se ha producido un daño para el medio ambiente de la zona, aunque desde el GOB discrepan y denuncian que se basan en el Plan de Vigilancia Ambiental que gestiona la propia central. Los ecologistas entienden que tomar agua del puerto y devolverla caliente y con cloro produce impactos importantes para una zona de cría de peces y con poca capacidad de renovación.
Los ecologistas defienden la necesidad de que, como contempla la normativa, se revise de oficio la autorización ambiental para introducir las mejoras técnicas que hay en el mercado para que la refrigeración se produzca en un sistema cerrado o bien por contacto de las tuberías con el fondo de la rada.
7 comentarios
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Los mejillones mahoneses contaminados...
tongo
Agua caliente y clorada y agua residual vertida del deficiente estado de la red de alcantarillado. Pedazo de puerto tenemos en Maó. Si creen los del GOB que allí aun crían peces, van apañados. Allí no crean más que bacterias fecales.
Es intolerable y al mismo tiempo muy fácil de comprobar, no solo el vertido sino también de como estos lo efectúan durante la noche hasta el amanecer, es decir, con nocturnidad y alevosía. Suelo salir a pescar y en esta época la barca esta a diez metros de la central y sobre las aguas vertidas, no las del mar. Estas aguas ante su elevada temperatura emanan gran cantidad de vapor que cubre de neblina la colarsega del puerto y su pestilencia y remolinos hacen que estas aguas no contengan oxigeno lo que hace saltar a los peces buscando lo que no encuentran en su medio natural. Resumiendo, tengo la certeza que no se pone remedio a esta situación por intereses espúreos que pronto saldrán a la luz.La denuncia a interponer debe ir tambien acompañada con acta notarial, mediciones licitas y sin avisar.
lentitud casual o intencionada? Quien es el responsable de que no se sancione? habra algun despido , supongo...
Huy, que miedo le tienen a ENDESA. Será por lo de las puertas giratorias...
Ves tú y haz una picharada ............verás que rápido son los de medio ambiente........