La planta fue acabada en 2011 y desde entonces ha estado parada. Se pondrá en marcha en abril

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El acuerdo entre Abaqua y el Ayuntamiento de Ciutadella es valorado por los portavoces de la oposición, «algo se ha conseguido, es un paso adelante, asumible, aunque no lo suficiente», afirma Joan Triay, de UPCM. Entiende que es un buen precio después de la oferta de 1,238 euros por metro cúbico que había realizado inicialmente la empresa pública del Govern, «pero el objetivo era un precio igual al que se paga en Mallorca por el agua procedente de desaladoras y en ese punto seguimos sufriendo el agravio de la doble insularidad», razona Triay.

Aporta datos de convenios entre Abaqua y municipios mallorquines, como el de Inca del año pasado o el de Marratxí de 2013, donde el precio de 1 euro se aplica en verano, medio año, mientras que durante el otro medio año baja a 70 céntimos, «el resultado es que aquí nos aplican permanentemente el precio del verano en Mallorca», agrega el portavoz centrista.

En su opinión, pagamos los mismos impuestos que los ciudadanos de Mallorca y no hay razones para esa diferencia, «arguyen motivos de costes, sería más justo prorratear entonces esos costes entre todas las desaladoras para evitar el agravio», argumenta.

Juana Mari Pons Torres, del PP, se muestra soprendida por la falta de transparencia y participación en un acuerdo que tiene poco de ideológico y mucho de interés común para el municipio. En segundo lugar, critica el precio final, «que será más de un euro porque se obliga a comprar un volumen superior a la capacidad de consumo», apunta la portavoz del PP, quien recuerda que a su equipo de gobierno se le puso como condición al negociar un precio de 0,80. Cree que antes debería haberse realizado la conexión con la red desde Es Caragolí y aumentar así la capacidad de consumo.