Imagen de este martes del complejo hotelero Milanos-Pingüinos en Son Bou en uno de los días con más bañistas en la playa | Jaume Fiol

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Mark Hoddinott, arquitecto y director general del Área inmobiliaria de Meliá Hotels International, admite que se planteó la reforma del complejo Milanos-Pingüinos con la demolición a cambio de una estructura horizontal. Comprende la lógica y el anhelo de la población por corregir el impacto visual de la dos torres, «que son las primeras de las 16 o 18 que se iban a construir, pero se quedaron solas y por eso están más expuestas a la crítica», reconoce, «hoy es fácil para cualquiera que mire los edificios aprobados en su día que los rechace y exprese digusto».

Defiende su proyecto de reforma escalonada por razones de legalidad y de viabilidad empresarial, que, matiza, no es exactamente económica. Son los puntos de partida a tener en cuenta, recuerda, «ahora se valora el impacto visual en la verticalidad, pero la demolición y la construcción horizontal con más ocupación de suelo y más techo de población tal vez crearían más impacto».

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