Una sociedad ha presentado el proyecto para convertir el 'lloc' de Son Vell, en Ciutadella, en un agroturismo de 50 habitaciones

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Después de seis años sin que se registraran altas de hoteles rurales en Menorca, el Consell tramita actualmente la declaración de interés general de tres establecimientos de este tipo, dos en Ciutadella, en las fincas de Binipati Nou y Sa Marjal Nova, y uno en Alaior, el proyecto de transformación de las antiguas baterías de Llucalari en hotel rural de lujo.

Además, la Conselleria de Ordenación Territorial y Turística tiene sobre la mesa la solicitud de declaración de interés general para otros tres agroturismos (Torralba en Ciutadella y Torralba Gran y Torre Vella en Alaior), y de un cuarto que se espera aunque a día de hoy no ha sido registrado en el Consell aún, se trata del más grande, con 50 habitaciones (alrededor de un centenar de plazas) y es el de Son Vell, en Ciutadella.

La inversión en estos últimos años se había concentrado en la reconversión de explotaciones agrícolas en agroturismos, que suman un total de 24 en toda la Isla con 378 plazas de alojamiento, según datos de la Dirección Insular de Ordenación Turística. Ahora no solo se reactiva la reforma de predios para habilitar agroturismos sino que también la de hoteles rurales, los más grandes los de Sa Marjal Nova, con 54 plazas, y Llucalari, con 82. El de Binipati Nou es inferior a 40 plazas.

El número de hoteles rurales permanecía en media docena, con un total de 202 plazas en toda Menorca, desde el año 2012. Con los nuevos proyectos en marcha la oferta de plazas rondará las 400 y casi se duplicará.

El total de plazas entre agroturismos y hoteles rurales en Menorca asciende actualmente a 580.

Ambos tipos de establecimientos deben estar vinculados a algún tipo de actividad agraria, ganadera o forestal, según se estipula en el Plan Territorial Insular (PTI), pero la diferencia técnica entre ambos está en la antigüedad de los edificios y en la superficie de la finca. La fecha de construcción de los agroturismos debe ser anterior a 1960, con una superficie mínima de 21.000 metros cuadrados, y los hoteles rurales deben datar de antes de 1940 con una superficie mínima de 49.000 metros cuadrados.

El director insular de Ordenación Territorial, Eduard Soriano, el número de plazas nuevas que se ofertarán en el mercado del turismo rural con estos proyectos en trámite puede variar.

«Son tramitaciones muy largas y de gran complejidad, dependen mucho de la evaluación de impacto ambiental, que a su vez es necesaria para aprobar la declaración de interés general», explica, por lo que el número de plazas o el montante de la inversión final «pueden variar durante la tramitación, porque hay condicionantes», señala.

Desarollo

La puesta en marcha de proyectos de alojamiento rural ha evolucionado de forma dispar en la última década. Mientras el número de agroturismos permaneció estable, en un total de 10, entre 2007 y 2011, a partir de esa fecha creció hasta duplicar la oferta en 2014 y llegar a 24 establecimientos, con un total de 378 plazas en 2017. En 2016 se registró la última apertura de un agroturismo.

Por contra, el número de hoteles rurales había permanecido estancado. En 1998 se contabilizaban solo tres, pero catorce años después la cifra no había aumentado tanto como la de los agroturismos, llegando a ser seis, los mismos que en la actualidad.

Los proyectos de agroturismo en trámite