La residencia no tiene lista de espera pero sí una punta de ocupación en este mes de julio

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La residencia de Can Granada, en la que se alojan familiares y acompañantes de enfermos menorquines y pitiusos cuando éstos acuden al hospital de Son Espases, en Mallorca, está estos días con plena ocupación.

Pacientes que han contactado con el establecimiento para reservar una estancia han comprobado cómo se les podía ofrecer una o dos noches como máximo, aprovechando el descanso de usuarios de radioterapia que dejan habitaciones libres, pero que regresan el lunes a seguir con su tratamiento.

Las dificultades para encontrar alojamiento para los familiares en casos de ingreso hospitalario urgente en Mallorca fueron denunciadas por la familia del ciclista atropellado en Maó, Pedro Trenado, quien sigue en la UCI de neurología del Hospital de Son Espases.

Sin embargo, las gestiones para buscar un hotel o una habitación libre en Can Granada sí se han realizado, asegura el IB-Salut, quien ha negado la versión de la familia criticando una «pasividad» del servicio de Salud que éste descarta categóricamente.

«Se han hecho las gestiones para que no se quedaran sin alojamiento y se les buscó hotel para dos personas» hasta que una de las habitaciones de Can Granada se vació este miércoles y algunos familiares del ciclista pudieron entrar en ella. Pero es para dos personas, la primera cama gratuita -ya que Salud cubre el coste de un acompañante-, y la segunda al precio de 24 euros por noche, como explicó a «Es Diari» la familia del accidentado.

Desde la propia residencia se les comentó que el mes de julio está siendo problemático para cubrir la demanda y alojar a los desplazados desde Menorca, Eivissa y Formentera, y eso a pesar de que la puesta en marcha del servicio de radioterapia en Can Misses debía reducir el número de traslados de pacientes oncológicos procedentes de las Pitiusas.

La versión de los familiares es que el pasado domingo buscaron alojamiento por su cuenta, ante la gravedad de una situación inesperada como el accidente, y que ya el pasado lunes preguntaron en el hospital para poder encontrar un lugar donde dormir. «Nos atendieron bien pero nos dijeron que todo estaba lleno», relatan. Han pagado varias noches de su bolsillo y seguían buscando -incluso habían barajado la posibilidad de ir a un albergue-, cuando quedó libre la habitación doble de Ca'n Granada.

«No podemos dejar sola a mi abuela», argumenta la nieta del ciclista de 69 años arrollado en la Ronda de Maó el pasado domingo, y ese es el motivo por el que se han desplazado varios acompañantes hasta Mallorca.

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